Nuevamente los ingleses lograron violentar al público argentina el domingo pasado en el Roxy Live, que contó con una previa de tres bandas argentinas. Aniron que se acerca más al metal sinfónico que al sonido de gothic/doom de Paradise Lost, sin embargo su repertorio fue contundente dejando de lado la impaciencia de los presentes. En segundo lugar salió Mi Propia Necrologia afianzada al black netal noruego, al estilo Burzum, con gran nivel musical pero por lo menos en esta ocasión con fallas en lo vocal. Sin embargo siendo tan solo dos músicos en escena despertaron un importante interés gracias a su puesta de gran distorsión, maquillaje y videos satánicos de fondo. Finalmente la última banda fue Obscene imponiendo a fuerza su gothic rock que no contó con un buen sonido teniendo problemas en los solos que mostró lo mejor de su repertorio con un cover de nada más ni nada menos que de Blondie «Call me«.

Alrededor de las nueve de la noche el bar de Palermo apagó las luces y abrió el telón para que se realice una nueva prueba de sonido que terminó quince minutos después cuando el plato fuerte hizo presencia en el escenario. Desde el minuto cero hasta el cierre fue un recital arrollador arrancó con «Mortals watch the day» y «So much i lost» para pasar por «Tragic idols» haciendo estallar el recinto. Los fanáticos, que iban desde preadolescentes hasta muchachos de cuarenta años, se mostraron más que exaltados en esta quinta visita a nuestro país, segunda en The Roxy. Si bien sabemos que el bar en cuestión no es el mejor para las bandas con tintes extremos, no puedo objetar quejas de lo escuchado el día domingo. Es verdad que al comienzo la voz de Nick Holmes se encontraba algo baja y que no logró estar a la altura de la banda ya que las voces de los fanáticos cubrieron casi todo el recital, quiero creer que esto se debió a que este fue el cierre de la gira y las cuerdas vocales se desgastan en este tipo de giras tan ajustadas.

Con alguna que otra ida y vuelta con el público la banda siguió repasando sus éxitos en donde el momento culmine llegó de la mano de «True belief» como parte del primer encore que terminaría con «Over the Madness«. No fue de mi agrado el carisma de Nick, sin embargo admito que Greg Mackintosh, ahora con rastas, arrasa con sus solos demostrando una presencia única sobre el escenario dejando boquiabierto a este cronista gracias a la destreza y técnica operando su guitarra. Como recta final y tras un fuerte pedido del publico la banda salió a escena para cerrar el set con el radial «Erased» para que explote el Roxy de manera total. Con poca interacción, buen sonido, repaso discográfico desde lo más podrido hasta lo bailable, Paradise Lost brindó un gran show que dejo de lado la baja temperatura porteña durante una hora y cuarto. Corto y contundente, como debe ser.

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Cobertura: Jonatan Dalinger
Fotografías: Victor Spinelli