METAL DE ALTO CALIBRE. Metralla – El Teatrito (15/03/2024)

Dicen que lo bueno se hace esperar. Tuvieron que pasar ocho años para que volvamos a sentir como impactan sobre nuestro ser las esquirlas de poderoso thrash metal, pero valió la pena. Volvió Metralla, carajo.

A lo largo de 1 hora y media, hicieron un atronador recorrido por sus dos albumes de estudio, dejándo extasiado a todo el público que no paró de moverse en toda la noche.

El tándem Moreno – Hoyos suena tan electrizante como siempre. Medina – Núñez es la base rítmica que todo grupo del género quisiera tener. Por su parte, Hugo Benítez sigue afirmando porque es una leyenda del Metal argentino, con un despliegue apoteótico de su cualidades vocales.

Hay canciones que envejecen como un buen licor, porque con el pasó del tiempo suenan mejor. Los temas pertenecientes a Fuego en las mentes Sotanas de Satanás definitivamente hacen honor a este axioma. «Masacre demócratica» suena tan actual como cuando fue compuesto hace 15 años. «Crisis nerviosa» parece que fue escrito en 2020. Y la letra de «Nido de viboras» lamentablemente es atemporal.

Siendo una noche tan especial, se tenía que hacer algo especial. Demostrando que todo queda en familia, subieron a tocar Tomas Doglioli Nicolás D’Cristofaro, ex guitarristas del grupo, para interpretar junto a ellos «Peligro de extinción» (D’Cristofaro) y «Fuerte como un roble» (Doglioli. Una emocionante versión, con dedicatoria para Alberto «Chicho» Villagra. Bajista fundador, fallecido en 2008.).

Algo fundamental de este quinteto es su compromiso social. Durante toda la noche Benítez dejó muy en claro su postura con respecto a los abusos ejercidos por las Fuerzas del poder, tanto en el pasado como en el presente.

El final del recital merece su párrafo aparte. Con la imagen de Ricardo Iorio en la pantalla y dedicada al mismo, empezaron a sonar los primeros acordes de «Solución suicida». El cansancio de la hora previa pareció esfumarse. Fue como un chizpazo de energía para que sigamos cantando a todo pulmón. Porque los himnos se cantan así. Hasta que te falle la garganta. Más que broche de oro, fue un broche de adamantio. Espectacular.

Antes de cerrar, quiero hacer mención de las bandas que se encargaron de abrir las festividades.

En primer lugar estuvo Capthor, un quinteto de heavy Thrash provenientes de Santa fe que dió un adrenalinico set compuesto por temas propios, además de una celebradísima versión de «Wrathchild» tocada por el pequeño gigante Mateo Andrade. El futuro del Metal está a salvo.
Haciendo que la velada sea totalmente federal, nos fuimos de una punta del país a la otra para disfrutar de la patada en la jeta que nos dió Warfare. Oriundos de Tierra del fuego, son fulminante un cuarteto de thrash con un cantante que usa tanto guturales como agudos al estilo de Halford. Por el momento solo tienen el disco Respiro venganza (2023), pero el sábado ya estuvieron anticipando lo que se viene con dos primicias.

No duerman con ninguna de las 2 bandas. Merecen ser escuchadas.

Me volví a casa (muy) cansado. Muy feliz. Pero con una frase grabada en mi mente: Con los jubilados, no.

Por Alejandro Williams




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