La icónica banda noruega Sirenia regresó a Argentina para ofrecer un show inolvidable, combinando la majestuosidad del metal sinfónico con toques operísticos. La banda soporte elegida para la ocasión fue Bloodparade, referente de la escena local.

Las puertas de Uniclub se abrieron a las 19 hs y cerca de las 19:50 hs comenzó la presentación de Bloodparade.  Con una introducción atmosférica, los músicos fueron apareciendo en escena, hasta que,  entre las sombras, emergió la carismática Brenda Cuesta, vocalista de la banda, lista para desatar la energía del público.

Con más de 22 años de trayectoria, Bloodparade logró generar un ambiente festivo, combinando riffs de guitarras afiladas con bases electrónicas, lo que llevó a algunos fanáticos a bailar. El cierre del setlist fue épico, con un cover explosivo de «Self Control», clásico de Laura Branigan, desatando la euforia en el recinto.

Sirenia tomó el escenario, desplegando toda su esencia con una combinación impecable de metal sinfónico, oscuridad y voces operisticas. La imponente presencia de su vocalista iluminó la noche, aportando un aire de elegancia y misticismo a la performance. El show comenzó con «Dim Days of Dolor» y «Into the Night» despertando la emoción del público, que no tardó en corear «¡Sirenia, Sirenia!». En respuesta, la vocalista sonrió y expresó con entusiasmo «Déjame decirte que estamos muy felices de estar aquí» reforzando la conexión entre la banda y sus seguidores.

Aunque el recinto no estaba completamente lleno, la pasión de los fans compensó cualquier vacío. Cada canción fue recibida con fervor, y en la mitad del setlist, temas como «Nomadic» y «Meridian» intensificaron la energía del show.

La gran sorpresa de la noche llegó cuando Sirenia sorprendió con una versión de «Voyage, Voyage», el clásico de Desireless. El público explotó de emoción, y el estribillo «Voyage, voyage / Plus loin que la nuit et jour..» retumbó en Uniclub, convirtiéndose en uno de los momentos más memorables del concierto. Tras interpretar «Wintry Heart», la banda hizo un breve descanso, pero la euforia no disminuyó: el público coreó «Sirenia no se va, Sirenia no se va», obligando al grupo a regresar para un broche de oro.

El show culminó con una poderosa secuencia de clásicos: «My Mind’s Eye», «The Other Side» y «The Path to Decay», cerrando una noche inolvidable a las 22:40 hs. El regreso de Sirenia a Argentina reafirmó su lugar como una de las bandas más queridas dentro del metal sinfónico. Con una puesta en escena impecable, una conexión única con sus fans y un setlist equilibrado entre clásicos y sorpresas, la noche en Uniclub fue un viaje musical multisensorial.

Por Sergio Silva