
El debut en vivo de su nueva formación fue el motivo ideal para una nueva fecha de estos maestros del doom argentino. Fue una noche llena de acordes macabros con riffs made in Suecia. Acompañame que te cuento como estuvo. Pero antes llama un cura. Lo vas a necesitar.
Dragonauta es una banda que desde el primer tema pone sobre la mesa su propuesta. Temas gancheros, pero muy pesados. Por ahí viene la mano. «I. The Talking Snake II. The Witch Hammer» te hace cabecear quedando al borde de la tortícolis severa.»Nautilus 666″ fusiona energía crust punk con punteos maidenescos. Y con «Necrogalaxia» agitás con los pelos de la nuca erizados (escuchar a Federico Wolman cantándolo en vivo es algo inolvidable…al menos hasta la próxima espirituosa.) Hasta nos dieron el gusto de escuchar un pequeño segmento de «Axioma ouroboros», su magnum opus de 29 minutos. ¿Querés escuchar la obra completa? Se encuentra disponible en la plataforma de tu preferencia. Si te interesa tener una copia física del E.P., contactate con la gente de Disembodied records.
Pero la frutilla de la torta fue el final. El himno de la banda. «Muerte y destrucción» es una canción inoxidable que invita al quilombo cada vez que la tocan. Esta no fue la excepción. Apenas empezaron a sonar los primeros acordes, me fuí con la silla de ruedas para un costado porque el pogo explotó. Afortunadamente, salí ileso y cargado de adrenalina por lo que había vivido. Hablame de finales perfectos.
Según nos dijo Lucien (voz), un nuevo episodio de esta historia es inminente. Ya estamos contando los días. Larga vida a Dragonauta.
Por Ale Williams
PH: Ce Principe
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