
En marzo del 2024, Viaje a Ixtlan lanzó su nuevo disco titulado División. El mismo fue el cuarto trabajo de la banda, y si bien lo habían estado tocando en vivo durante un año previo al lanzamiento, la presentación oficial del mismo iba a tener lugar y fecha en septiembre del mismo año. Por cuestiones ajenas a la banda, la fecha fue reprogramada hasta nuevo aviso. Finalmente, y además celebrando sus 10 años como banda, Viaje a Ixtlan pudo presentarlo oficialmente el día domingo 6 de abril en La Tangente, local en pleno Palermo. Por si fuera poco, los acompañaron los chicos de Mar.
Mar, por su parte, es una banda que se formo hace diez años pero que empezó a figurar con fuerza en los últimos. Con su disco debut Mar I, y con un EP de covers titulado Versiones, la banda conformada por Manuel Cernello en guitarra y Rodrigo Torres Pinelli en batería, abrió la noche de domingo. El dúo ofreció un soberbio show de música progresiva y pesada, con vaivenes de climas y atmósferas. Espero no caer en redundancias ni en lugares obvios, pero ver a Mar es realmente un viaje sonoro y experimental. Fueron dos las ocasiones en las que invitados invadieron el escenario. El primero fue Tomás Vergniaud, de Nazca, en los sintetizadores. El segundo, y finalizando la presentación de banda, fue Octavio Benzaquen, de Sygma. El futuro cercano tendrá a Mar presentándose en el Metal Battle, por un lugar en el Wacken Open Air.
Mas allá de las razones por las cuales se postergó la presentación de División, Viaje a Ixtlan vino a demostrar que a veces vale mas tomarse un poco mas de tiempo, elegir cómo, dónde y cuándo hacer las cosas, y así lograr algo propio y de mayor valor. La presentación de la banda se dio en un marco de cercanía banda/público, como si fuera un show exclusivo, íntimo. El sonido fue superlativo, cosa que para una banda cuyos trances sonoros son tan importantes, y los cambios o virajes de lo calmo a lo pesado y caótico son muchos, esto fue fundamental.
«Se nos ve de negro vestidos…», la famosa y popular frase de cabecera del metalero argentino promedio, nacida de la mente del único e inigualable Ricardo Iorio, se hizo presente en los músicos de Viaje a Ixtlan. Los cuatro miembros aparecieron vestidos con sobrias remeras negras y lisas. Es un detalle superficial, pero es inevitable que eso no sume a la presencia de la banda en el escenario. Por su parte, tanto Mariano Bertolazzi (guitarra y voces) como Cherman (bajo) dieron una performance bajo perfil, aunque al estar a cargo de las voces y tener el micrófono a mano, Mariano agradeció y comentó en mas de una oportunidad la importancia de la fecha en cuestión. Detrás de los parches, Federico Muta se mostró un nivel mas arriba que los anteriormente mencionados, evidentemente porque el instrumento mismo demanda mayor energía. Ahora bien, y haciendo especial énfasis, la labor de Andrés Raffo con su farfisa y con los sintetizadores, fue demencial. Y no sólo en tanto a su manejo técnico, sino también, y quizás mayoritariamente, por su actuación y presentación escénica. La música de la banda pareció fluir por sus venas, por sus músculos y por sus nervios, llevándolo a realizar extrañas coreografías, cual actos reflejos, dignos de alguien en trance. No extraña si de Viaje a Ixtlan se trata.
En cuanto a División, la banda presentó sus temas, y ratificó en vivo, una vez mas, lo escuchado en el estudio. Un disco mas cancionero y mas pesado, siendo en propias palabras de sus músicos, «Ciento Once Iconos» el ejemplo de este enfoque de la banda. Por un lado el desarrollo instrumental de melodías, climas pesados y oscuros, para luego desembocar en estrofas, estribillo y en una canción mas tradicionalmente hablando. Además de las canciones propias del último trabajo, entre las cuales destacan «Colinas» y «Prismático», la banda culminó haciendo un breve repaso por trabajos anteriores, mas espaciales e hipnóticos.
Hay una breve frase en la tercera obra de Carlos Castaneda, Viaje a Ixtlan, que dice que los actos tienen poder. Tan simple como eso. En este caso, la banda que lleva por nombre el título del libro, lo dejo demostrado. Viaje a Ixtlan presentó División en una noche llena de intimidad, psicodelia y poder.
Por Juan Cordiviola