HOMENAJE EN VIDA. Helmet – El Teatrito (02/05/2025)

La segunda visita de Helmet en nuestro país se dio el pasado 2 de mayo. La banda americana ya se había presentado en Buenos Aires en 2022 como parte de su gira 1989-2022: The Best of HELMET. Esta vez la ocasión tenía como motivo especial el 30 aniversario de Betty (1994), uno de sus más emblemáticos álbumes y todo un símbolo del metal alternativo de la década de los ’90. Escuchar semejante obra en su totalidad era un sueño para más de uno, así que las expectativas eran altas.

Mientras El Teatrito se iba llenando de a poco, el variado público (gente de todas las edades, especialmente jóvenes, toda una sorpresa) disfrutaba del breve, pero potente show de los locales A.N.T., banda liderada por Lucas «Castor» Simcic (ex-Horcas). Luego fue el turno de los brasileños Debrix, banda que acompañó a Helmet durante varios shows de esta gira. Lo de los cariocas fue recibido con bastante aprobación de parte del respetable. Su entretenida mezcla de nu metal y groove se dejó disfrutar entre aplausos y gritos de aprobación.

A las 21:30 puntual, los músicos de Helmet salieron al escenario ocasionando una fuertísima ovación del público. Los minutos de constante excitación e impaciencia tuvieron su recompensa cuando los primeros acordes del mega clásico «Wilma’s Rainbow» arremetieron contra los presentes. La gente coreó, pogueó y saltó desde el primer segundo, la euforia era total. «I Know» y sus violas deftoneras hicieron las delicias del público más joven, mientras que «Biscuits for Smut» añadió otra cadencia y variedad. Irrumpió «Milquetoast» y la emoción fue total, la contundencia de tremendo temazo se hizo notar con cada salto de la gente haciendo vibrar el piso del local porteño. «Tic» aminoró un poco el paso para dar lugar a «Rollo» y «Street Crab», manteniendo el mismo nivel de intensidad entre el público. Siguieron «Clean», «Vaccination» y una bellísima versión de la ecléctica «Beautiful Love», una gema total del set. El tercer tramo del set referido a Betty estuvo conformado por «Speechless» (gloria absoluta de riffs y melodía vocal), «The Silver Hawaiian» (riff más noventoso no hay), «Overrated» y una gran versión de la redneck «Sam Hell». «Eso fue Betty en su totalidad» fueron las palabras de Page Hamilton para dar por concluida esta primer mitad del show. Los vitoreos no se hicieron esperar.

En esta segunda parte del set, los neoyorkinos hicieron un súper efectivo popurrí de varios de sus otros discos. Así pasaron ineludiblemente por Meantime (1992) con «Role Model» y la inmensa «Unsung» (de lo más alto de todo el recital sin dudas), luego por Aftertaste (1997) con «Birth Defect» (¡Ese estribillo por favor!), Monochrome (2006) con «On Your Way Down», Seeying Eye Dog (2010) con «In Person» y finalmente Left (2023) con «NYC Tough Guy» y «Dislocated» (temazo).

Notablemente escueto con las palabras, lo de Hamilton y los suyos se basa puramente en lo musical. Vale hacer una descripción de lo que son capaces estos tipos. Sonaron perfectamente de principio a fin, apenas algún detalle imperceptible (si es que lo hubo). La precisión, técnica y calidad para interpretar semejante lista de temas fue realmente sobresaliente. El gran Hamilton dirige todo desde su ESP roja, es el amo y señor de los riffs entrecortados, las violas pesadas y los sonidos extraños que forman las canciones. Lo acompañan cohesivamente Dan Beeman y Dave Case, con su guitarra y bajo respectivamente, aportando variedad y fuerza, según la ocasión lo requiera. El que sin dudas se destacó especialmente es el batero Kyle Stevenson. Que no solo sumó su voz en varios momentos, sino que es todo un monstruo de la percusión. Su maestría en el instrumento es envidiable: la capacidad para mantener compactos ritmos complejos es suprema. Su manera de tocar es contundente y precisa, sin perder nunca la onda. No hay dudas en que es el compañero ideal para Hamilton.

Tras una breve pausa la banda volvió para dar un más que efectivo bis: «Renovation», «Just Another Victim», una joya absoluta del rap metal, directo del histórico soundtrack de Judgement Night (1993) y la inevitable y final «In the Meantime», dejando una multitud sumamente feliz.

Lo de Helmet aquella noche fue un espectáculo para recordar. Los americanos cumplieron con su promesa. Entregaron una ejecución superlativa de uno de los discos más importantes del metal de los últimos 30 años. Y no solo eso, celebraron toda su discografía con entrega total. La interpretación de las 24 canciones no decayó un solo segundo y se notó en las caras de alegría de la gente presente. Nadie se fue insatisfecho. Una noche donde todo salió bien.

Por Boris Bargas
PH: Cuervo Deth

Galería Completa























logos_apoyo