SE HA FORJADO UNA NUEVA ALIANZA. Sabaton – Teatro Flores (6-5-2025)

Sabaton, desde Suecia, se presentó por segunda vez en nuestro país en el marco de la gira Wars & Wolves Metal Fest. El festival contó en su primer día con lo suecos y el segundo día con los alemanes Powerwolf. El debut de Sabaton en Argentina ocurrió en el año 2016 con la gira presentación del disco The Last Stand, mientras que en esta ocasión la banda recorrió diferentes trabajos e hizo foco en los clásicos de su carrera. La fecha tuvo lugar en el Teatro Flores, con entradas totalmente agotadas, y las bandas locales en presentarse fueron Innerforce y Lorihen.

Con suma puntualidad, Innerforce arremetía en el escenario con su heavy power metal, conocido por los seguidores del estilo y porque ya suman un buen número de eventos internacionales en su haber. Por suerte para ellos, desde la apertura de puertas, muchísima gente dijo presente y el ambiente con el que contó la banda fue excepcional. Si hubo, además, un condimento extra en su presentación, fue la reciente noticia de que su bajista, Agustín Oettel, dejará de formar parte de la banda, luego de 10 años compartiendo aventuras y escenarios.

Con casi la totalidad de la gente adentro del teatro, Lorihen salía a hacer lo suyo. Los comandados por Emiliano Obregón, guitarra y único miembro fundador, vienen de presentar su último trabajo titulado La Magia del Caos en el año 2023. Con un approach mas direccionado al hard rock, la banda interpretó sus clásicos de antaño como «Bajo la Cruz», como así también sus temas mas actuales y dejó tanto el escenario, como al público, listos para lo mas esperado.

Que las entradas estaban agotadas ya se sabía con mucha anticipación, por lo que las expectativas de un gran marco eran altas. Aún así, esas expectativas fueron ampliamente superadas, incluso momentos previos a que Sabaton saliera a escena. La ansiedad era palpable, la energía ya se desprendía entre los fanáticos de la banda. Los suecos aparecieron con una intensidad brutal, con «Ghost Division» haciendo delirar a los presentes que se alzaron en un grito descomunal con el primer «leading the way!» y acompañando cada estribillo y hasta estrofas enteras. Seguida casi sin descanso y hasta superando en energía, «The Last Stand», y de nuevo, el jolgorio y la algarabía de un público totalmente entregado.

No son muchas las veces donde se ve tanta energía emanada por una banda, repercutiendo en el público, y éste a su vez, devolviendo aún mas energía. Y ésto es algo que tuvo inmediata reacción en los músicos suecos, se los veía sonreír entre sorprendidos y perplejos, mirándose entre ellos con incredulidad. Apenas empezada la noche, Joakim Broden, siempre carismático y conversador, tuvo palabras que parecieron sinceras y genuinas, expresando lo grandioso del público argentino.

Cuando la velocidad e intensidad descansaban, se daba lugar a lo épico y a lo más sentimental de la banda. Tal es el caso de «Bismarck», con su estribillo heroico y triunfal. Y de nuevo y con el riesgo de ser reiterativo, la gente se desgarro las cuerdas vocales acompañando cada estrofa y cada estribillo. La mayoría de las remeras pertenecían a Sabaton. Y en cuanto a las edades, si bien reinó un público que promediaba los 40, también se vio mucha juventud.

De la misma manera que al inicio lo hizo Broden, promediando el show, quien tomó la palabra fue Par Sundstrom, para nuevamente hacer mención a la gente y a su entrega total para con el show. Esto no hizo otra cosa que potenciar más a los presentes. Ya a esta altura, uno podía apreciar que algo especial estaba sucediendo entre banda y público.

Los clásicos siguieron, los estribillos bélicos, monumentales y majestuosos no faltaron. De la misma manera, los puños en altos, el pogo y las cánticos no fueron pocos, sino todo lo contrario.

Uno de los momentos de la noche, cómico sin dudas, se dio con Broden colgándose una guitarra de Hello Kitty, bromeando con Hannes Van Dahl (batería) y tocando los riffs iniciales de «Master of Puppets», para luego dar lugar a «Resist and Bite».

Los momentos más álgidos y explosivos de la noche se dieron con clásicos como «Carolus Rex» (versión en sueco, con la gente acompañando en inglés), «Shiroyama», «Primo Victoria» y con la que cerró la noche, con un recinto prendido fuego, «To Hell and Back».

La presentación de Sabaton en el Teatro Flores será recordada como aquella en la que banda y público forjaron una nueva alianza. A partir de ahora, cada visita, esperemos que abunden, será un reencuentro emotivo, intenso y esperado por ambas partes.

Por Juan Cordiviola
PH: Producción / Maru Debiassi




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