
Desde su irrupción en los 90s, Cradle of Filth ha desafiado los límites del género con una propuesta única que mezcla black metal, horror y poesía gotica. En su imperio musical alberga referencias a Sheridan Le Fanu, Erzsébet Báthory, H.P. Lovecraft, Gilles de Rais y Juana de Arco además de Svankmajer, Salò de Pasolini, John Milton y Aleister Crowley. Liderado por Dani Filth, ha generado una gran controversia tras pasar del death metal de sus primeros demos hacia una amalgama más limpia que abarca black metal sinfónico, metal gotico y otras variantes ramificaciones extremas del metal. Más allá de videoclips polemicos como «From Cradle To Enslave» o merch con leyendas como «Jesus Is a Cunt» y «Dead Girls Never Say No» la controversia de Cradle of Filth se expande de lo conceptualmente artistico.
A lo largo de su carrera, Daniel Lloyd Davey se vió obligado a cambiar de formación una y otra vez quedando él como único miembro estable. A fin de cuentas, el proyecto es suyo. Los inconvenientes llegan a la hora de hacer costors y disconformodidad con los contratos y retribuciones economicas de cada uno de las y los integrantes que pasaron por el grupo. Y esta gira, The Screaming of the Americas, no fue la exepción. Ya anteriormente había pasado con Nick Barker, Sarah Jezebel Deva y Paul Allander, como los más recordados.
La gira comenzó en Brasil el 21 de agosto. Tres shows en tres ciudades en tres días seguidos. Limeira, Curitiba y Sao Paulo. Hasta ese momento, Dani Filth era acompañado por el bajista Daniel Firth, los guitarristas Marek ‘Ashok‘ y Donny Burbage, Zoe Maire Federoff en teclado y coros y Martin Skaroupka en la batería. Sin embargo, Federoff decició abandonar la gira a traves de un comunicado via redes sociales antes de llegar a la Argentina y volver a Australia.
Como invitados especiales en el tramo sudamerico, la banda originaria de Oregon, Uada, oficiaba como acto de apertura. Como es menester, desde el ambito local Dragonauta precalento la tardecita del domingo 24. Si bien, Dragonauta ya cuenta con más de dos decadas recorriendo escenarios, también sufrió alteraciones en su alineación. Desde hace un tiempo a estar, Dani Evildinsky tiene como secuaces a Sergio Conforti, David Iapaducci, Leonardo Hellgross, Agustin Pragma y Lucien Kurgan. El ingenio de Evildinsky está en saber reclutar músicos y mantener viva un porte oscuro y que cada vez más pesado. En esta hora Dragonauta es un sexteto y apela a la identidad más pesada que ha sabido manejar.
Uada llego a la Argentina por segunda vez. Tan solo han pasado del debut en Uniclub y poca novedad de estudio. Los encapuchados van del black metal al rock & roll; son densos, pero cuando precisan utilizan el acelerador y proponen riff de las manos de Jake Superchi y Rob Shaffer para mover el pie. De todas maneras, el saldo no fue positivo para los estadounidenses. El sonido fue opaco, sucio y poco claro. Las bases Nate Verschoor se perdieron y los golpes Josh Lovejoy por momentos tuvieron poco brillo, pero no por eso nivelaron su perfomance para abajo. Un set de siete canciones con «Cult of a Dying Sun» como climax dejaron al menos satisfechos a los expectantes por de la nueva camada de blackers.
Retomando la novela de los Filthlings, el grupo se las ingenio de profesionalismo escenico para poder dar un show como corresponde. Con Federoff afuera, Kelsey Peters tomo su lugar como corista y tecladista. Su labor vocal fue correcto, pero algunos dicen que hubo pista y no tocó el instrumento. Por su parte, Ashok dio un paso al frente y dislumbro recorriendo el escenario de punta a punta alternando puntas con Burbage. Quizas, hubo movimientos de alzas de guitarra de Ashok más que de costumbre, pero eso solo puede ser una conjetura por las noticias que llegarían unas horas después terminado el show.
En lo que respecta al show, nuevamente un set corto, pero no mucho más corto que en visitas anteriores. Cradle of Filth es una banda de más de 20 años, con 15 albunes de estudio, más EP’s y compilaciones. Dificilmente, una lista de temas pueda contentar a cada una de las personas que asiste a sus conciertos, pero indudablemente el saldo siempre es positivo; incluso en circunstacias como esta. El sexteto comenzó con «To Live Deliciously» con Filth de capa negra y luces predominantementes verdes sobre el escenario. El descargo de riff, machaque y doble bombo fue impresionante y a partir de allí viejos y nuevos fans gritarían y saltarían durante casi una hora y media. Inmediatamente, el primer clásico de la velada «The Forest Whispers My Name» y he aquí el primer punto y coma; es increíble cuando el metal extremo de narrativas goticas y sanatistas, entre otras cosas, más melodías que coquetan con ser cancioneras impactan en un publico tan lejano de esas historias. Me refiero lejano a que Argentina no es tierra ni de vampiros, ni de los ritos satanistas que expone Davey, así como tampoco fue territorio de Gilles de Rais, pero ahí están los sudamericanos corriendo en circulos intentando cantar como quien tenían en frente, pero nada queda más lejos que la imitación de los alaradidos y grols de Dani tan peculiares y singulares como marca registrada. Y que más para desatar la euforia con el segundo clásico «The Principle of Evil Made Flesh» aquel que dio origen a esa peregrinación vampiresca. «Nymphetamine (Fix)», uno de los temás consagratorios de la carrera de la banda, fue de los más festeajados de la noche. Groove al limite del sold out, pero la adrenlaina, el calor, los pelos de punta a punta y maquillajes algunos corridos y otros todavía estaticaos en rostros que mitigaban a viva voz. Ya había pasado la mitad, pero ante un tema medio tempo, llego uno con velocidad extrama: «Born in a burial grown.»
Antes del bis, vale la pena el repaso por las canciones más nuevas. Porque si bien, fueron recibidas con los brazos abiertos; ocurre lo de siempre, los clásicos son los clásicos. «She is fire», agregada en un compilatorio en vivo, «Malignant Perfection» y «White Hellebore» completaron un tercio del repertorio. El final estuvo, nuevamente, repleto por infalibles. «Cruelty Brought Thee Orchids», propicio la apertura de un tridente intenso con narrativas por parte de un miembro de la Crewdle y la puesta en escena teatral creció. Siguió «Death Magick for Adepts» y finalmente el himno «Her Ghost in the Fog» con las últimas rondas y gritos desgarradores.
Cradle of Filth tiene la particularidad de ser más que una banda de música. Más allá de variedad de estilos y referencias que son parte de la obra, también es imporante la puesta en escena, el vestuario y la interpretación del vivo. A pesar de los problemas entre los integrantes, que primero tuvo una baja y luego de este concierto una segunda tras el despido de Ashok (esposo de Federoff). Vale aclarar que ambos ex integrantes tenían planeado abandonar la banda al final de la gira, pero de un momento a otro pisaron el acelerador. El comando de Dani Filth siguio en proyección y no cancelo ningún show de la gira. Todavía faltan locales de sudamerica y toda la gira centroamericana. El show debe continuar.