
HIM siempre despertó cierta polémica en el medio. Están por un lado los fanáticos acérrimos de su particular estilo denominado “Love Metal”, del otro lado los metaleros ortodoxos que aborrecen hasta que se haga mención sobre dicha banda y, en este caso particular, hay un tercer grupo al que siento pertenecer: los que de cierta manera admiran a Ville Valo por haber sido fiel a sus canciones y melodías sobre trágicos amores y corazones rotos sin importar el paso de los años, aunque esta postura me abre un nuevo debate: ¿Sigue escribiendo fiel a sus emociones, o en los últimos años se volvió devoto a una fórmula que le funcionó con mucho éxito?. Desde el vamos el Teatro Flores estaba lleno. No recordaba ver tanta gente dentro del recinto desde el show de Avantasia del año pasado. Tampoco recordaba haber visto alguna vez tantas mujeres vestidas de negro en un show de heavy metal y derivados. Afuera amenazaba con volver diluviar y adentro hacía un calor infernal, digno de la ansiedad que se respiraba por los fanáticos.
La última banda soporte había finalizado su presentación, y al poco tiempo volvieron a apagarse la mayoría de las luces y a abrirse el telón para dar paso a un falso inicio: en su lugar comenzó una entretenida (pero extensa) prueba de sonido que al compás de una canción instrumental iban probando cada una de las guitarras, bajo, micrófono y batería. Algo inusual, pero preferible al ruido sin sentido a telón cerrado al que estamos todos acostumbrados. Una vez terminado esto se dio comienzo a lo que todos esperaban, las luces se apagaron del todo, el humo inundó el escenario, y rápidamente cada músico se hizo a su lugar, Ville pisó el escenario, y comenzó la detonación de love metal de la mano de “Buried Alive By Love” (justamente, del álbum “Love Metal” del 2003), acompañado de los gritos de alegría y euforia ante la presencia del icono total de la banda. Como segundo golpe al corazón sonó el hit “Rip Out the Wings of a Butterfly”, cantada y festejada por todos hasta el final, dando paso a la melódica “Right Here in My Arms” y su estribillo resonando por cada alma presente. Centrándose un poco más en lo técnico, el sonido comenzó desprolijo y la voz de Ville se perdía entre los mares de guitarras que tampoco sonaban del todo bien, y aunque por suerte con el correr de las canciones los desperfectos fueron menos frecuentes haciendo que promediando los cinco temas quienes no estábamos hipnotizados por el fanatismo pudimos disfrutar del show como es debido.
Los temas iban pasando y así sonaron “Join Me in Death”, “Your Sweet Six Six Six”, “Passion’s Killing Floor” y “Soul on Fire”, con una banda que trataba de lucirse a pesar de estar lejos de las miradas, ya que ahí, en el centro del escenario estaba casi inmutable un Ville que poco y nada interactuará con el público a pesar de desbordar de alegría por el recibimiento en nuestras tierras. Y así, mientras sonaba el genial cover “Wicked Game” (original de Chris Isaak) fue presentando uno por uno a la banda, para dar cierre a esta primera parte con la seguidilla “Tears on Tape”, “Poison Girl”, “For You” y “The Funeral of Hearts”. Uno a uno se irían del escenario, cerveza en mano, para volver pronto e interpretar en los bises “Into the Night”, “It’s All Tears (Drown in This Love)” y “When Love and Death Embrace”.
El cierre se dio de la mano de la extensa “Sleepwalking Past Hope” (del álbum “Venus Doom”, del 2007) y sin más que alguno saludos, la banda se retiró con el éxito de una noche plagada de alegría por parte de sus fans, recolectando de su público cada sonrisa que supieron cosechar a partir de, irónicamente, canciones trágicas sobre las virtudes del amor y todas sus falencias. Cuando finalizó el show volví a replantearme mi postura sobre la banda. A pesar de dar un show sólido, sin la excelente voz de Ville la banda hace musicalmente solo destaca en gracias a Linde (guitarra) y los punteos que sabe meter en los momentos indicados. Sigo sin tener una opinión concisa sobre si la Valo sigue escribiendo canciones fiel a sus emociones o si se volvió fiel a una fórmula que le funcionó con mucho éxito, pero llegué a la conclusión de que no es relevante. HIM siempre va a ser apegado a su público, y de forma recíproca, su público festeja y festejará cada canción del love metal proveniente de ellos. Una noche exitosa de una banda que se esperaba por nuestras tierras hace ya muchos años.
Galería de Fotos:
Cobertura: Sebastian Giardino Meligrana
Fotografías: Julian Quinteros
· Volver







