
Los Californianos de Strung Out se presentaron en Club Cultural Bula para celebrar los 35 años de trayectoria con un recital cargado de nostalgia, energía y potencia skate punk. Una noche que combinó lo demoledor con lo emocional. La única banda soporte de la jornada fue Trompada, como representante del ámbito nacional.
>Antes de comenzar la reseña del show, es necesario enviar nuestras más sentidas condolencias, tanto de quien escribe como de todo el staff de Metal Argento, a Lea, vocalista de la banda Da-Skate, por el fallecimiento de su padre a causa de cáncer ese mismo día. Este hecho retrasó el inicio del recital. Fue alrededor de las 20 hs cuando salió a escena Trompada, y su vocalista manifestó que el show estaría dedicado a la memoria del ser querido mencionado anteriormente. Dicho esto, llegó el momento de levantar el ánimo: de una auténtica ‘Trompada’ la atmósfera cambió. Aunque nunca los había visto en vivo, debo decir que me sorprendieron gratamente. Su propuesta combina voces melódicas con desgarradoras, sumadas a la rapidez de guitarras y baterías que lograron agitar intensamente a la monada presente. Al finalizar su presentación, la banda completa se dirigió al fondo de Bula para compartir charlas y saludos con los fans, un gesto que reforzó la conexión con el público. La impecable voz de Luciano De Echevarria se destacó en un set enloquecedor que incluyó temas como «Cómo Ayer» y la muy esperada «El Intento», lanzada en 2024 como su primer corte y recibida con entusiasmo por la gente. También agregar que el batero apodado Chiche se aprendió muy rápido los temas por ser nuevo en la agrupación.
Alrededor de las 21 hs, el recinto quedó completamente a oscuras. Una intro musical con aires cinematográficos, evocando a las películas de Hollywood de los años 40, fue el anuncio perfecto de lo que vendría: la entrada triunfal de Strung Out. Uno a uno fueron apareciendo los músicos hasta que Jason Cruz lanzó un grito de guerra que desató el vendaval musical. Desde el primer acorde, la locura se apoderó del lugar con un circle pit que no dio respiro durante temas como «Analog», «Too Close to See» y «In Harm’s Way». Tras este arranque demoledor, Jason saludó efusivamente al público e incentivó con gestos y arengas a que todos se sumaran a la fiesta punk.
En la mitad del show, canciones como «Never Speak Again» y «The Animal and the Machine» detonaron una nueva explosión de skate punk. La premisa de la banda fue clara: festejar sus 35 años de historia repasando canciones de su icónico disco Suburban Teenage Wasteland Blues (1996), el álbum que los catapultó definitivamente a la escena internacional del punk rock californiano. Un detalle a destacar fue la batería, que en varios pasajes sobresalió por encima de los demás instrumentos, generando la sensación de prolongados solos. Aunque le quitó algo de balance al sonido, no impidió que la presentación fuera memorable.
El cierre parecía llegar con «Daggers» y «Razor Sex», pero el público, ansioso y eufórico, pidió más. Strung Out regresó al escenario para regalar un final de lujo con «Bring Out Your Dead» y «Matchbook», concluyendo el show pasadas las 22:30 hs.
Por Sergio Silva