
Quizas, quien entre al portal y vea el titulo de esta publicación se pregunte porque decidimos cubrir un show de Eterna Inocencia. Creo que la pregunta es ¿Por qué no? En primer lugar, decidimos hacerlo porque cumplir 30 años de carrera ininterrumpida es noticiable. Además, el hard core punk siempre estuvo ligado al metal: la idea de la independencia, de la autogestión, de la filosofia del hazo tu mismo.
Para Las Armas, primera banda invitada de la celebración, todo se hizo un poco cuesta arriba. El repertorio estuvo logrado, pero tanto el sonido como las luces jugaron una mala pasada. Puede ser que haya sido temprano, o puede ser que simplemente a veces las cosas no salen como uno pretende. De todas maneras, la propuesta disonante, más cerca del screamo o emo core que al punk, supo envalentonarse.
Desde Brasil, Dead Fish es una suerte de Eterna Inocencia. El reflejo se distorsiona con el idioma porque las canciones, la metedologia, la voz, las letras y la potencia son cortadas por la misma tijera. Si bien, todo comenzó a principios de los años 90 con versiones de Bad Brains, Dead Kennedys y Ramones, la banda pasó a componer lo propio para adentrarse en el nombre definitivo: Dead Fish. Con el paso del tiempo, se consagro como uno de los principales grupos de hardcore de Brasil por su discurso político progresista, la banda aborda, en la mayoría de sus letras, la salud y la educación pública, además de denunciar la desigualdad y la violencia en el país. Algo así como Eterna en Argentina. Más cuando entre si, el apoyo es mutuo y las colaboraciones son puentes culturales como la reversión en portuges de «Encuentro Mi Descanso Aquí.« Con una impronta rápida y directa, se despertaron los primeros mosh.
Etera Inocencia saló al escenario a las 21.30 y durante una hora y cuarenta y cinco minutos no hubo tiempo muerto. «Cuando pasen las madrugadas», fue el indicado para la caravana de 24 temas que iban a desfilar uno tras otro. Los del fondo pasaron adelante, los del medio interrumpidos por empujones y los de adelante pegados al vallado. Todo en cuestión de segundos, la adrenalina a flor de piel. Hoy Ei está integrada por Guillermo Mármol (Voz), Roy Ota (Guitarra), Alejandro Navajas (Bajo), Federico Lombardi (Guitarra) y Germán Rodriguez (Batería) Siguió «Viejas esperanzas» y el punto seguía alto. Con una gira por el sur del país hace tan solo días atras y un show en La Plata en la noche anterior; EI estuvo a pie de cañón. Las canciones más rápidas, los tonos estuvieron un punto abajo. Esto, por primera vez en mucho tiempo, facilitó el labor de Marmol. La exigencia en canciones como «Abrazo», en clave por la lucha de la memoria, la verdad y la justicia frente a la última dictadura militar argentina o bien «Trizas de vos», de la obra cumbre Las palabras y los ríos, quizas el disco más emocional y de afinaciones más agudas del repertorio.
Así como Dead Fish en Brasil, Eterna también tiene su mote como banda de prostesta: la reivindicación a Kosteki Santillan en «La Risa de los Necios», el ya mencionado «Abrazo» y «My Family», «A los que se han apagado» o «Mi puño es la herramienta» son claros ejemplos sobre la línea politica de la banda. Y, yendo un paso más allá, la filosofia DIY, con «Cartago», «Quince años»,»Cuando salgo a tocar» y «Hazlo tu mismo.»
Eterna Inocencia festejó sus 30 años de vida con una extensa gira que como climax el sábado en el C Art Media de Capital Federal. Nobleza Obliga y ¨Contra Todos¨, un tema que pertenece a los brasileros, se incluyo sobre el cierre participación de su vocalista Rodrigo Lima. Para el final, como siempre, «Nuestras fronteras.» El recital terminó. El casi sold out comienza la retirada. El domingo, la cita es en el Salón Pueyrredón para finalizar la gira de los hermanos brasileros y EI promete un set corto, pero 100% hard core. Y parafraseando, solo una pausa, algún suspiro, tal vez mi ser van a su corazón.