
La banda presentó la previa de su aniversario con un show potente y un público fiel que cantó cada tema sin parar. La conexión con los fans estuvo más viva que nunca.
La formación actual, con Emiliano Obregón en guitarra, Lucas Gerardo en voz, Leo Dobao en batería, Christian Abarca en bajo y Johan Maximus en teclados, mostró una gran cohesión desde el primer acorde. Su sonido, preciso y enérgico, reflejó la madurez de una agrupación que sigue entregándolo todo sobre el escenario. La velada comenzó con un video que repasó momentos clave de su historia, con imágenes de giras, ensayos, aviones y recitales que crearon una atmósfera especial antes de la primera explosión musical.
A las diez y cuarto el público estalló en un clásico ‘olé, olé, olé, Lörihen’ y la banda respondió con «Fantasmas del Ayer» y «Gritos de Libertad». Ambos temas, cargados de fuerza y melodía, marcaron el tono de la noche. La química entre los músicos fue evidente. Dobao se fundió con la batería, Abarca sostuvo el pulso con solidez y Maximus aportó las texturas melódicas desde los teclados. Gerardo, con una presencia y voz arrolladora, y Obregón, que se desplazó de un lado al otro durante todo el espectáculo, dirigieron la energía del público con absoluta naturalidad.
A partir de la tercera canción, Pit Barrett, conocido como ‘El Hijo de Puta’ e integrante de Asspera, subió como invitado. Su participación aportó un matiz más crudo y visceral, especialmente en «Cadenas de la Perversión». La conexión entre los músicos se hizo total y el público respondió con entusiasmo en cada acorde.
La noche continuó con «Bajo la Cruz», «Aún Sigo Latiendo» y «Presa Fácil», tres canciones que destacaron por su fuerza instrumental y por la intensa interacción con la gente. En la pantalla gigante se proyectaban imágenes del público, reforzando la sensación de unidad. En medio del frenesí apareció un dinosaurio sobre el escenario, sumando humor y distensión sin perder la intensidad del show.
Uno de los momentos más recordados fue la interpretación de «El Secreto Más Perverso» junto a Brenda Cuesta, vocalista de Bloodparade, quien apareció caracterizada como monja y aportó un toque teatral al tema. Más adelante, Alejo León realizó una introducción de «Muro del Silencio» en homenaje al fallecido Ricardo Iorio, incluyendo un fragmento de «Sé Vos» que generó un instante de respeto y emoción colectiva.
El recital avanzó con «Mágica Mujer», «El Viaje» y «Ya Nada Queda,» donde Lörihen mostró su faceta más melódica antes de recuperar la potencia con «Antihéroe», «Libre como el Viento» y «El Último Eclipse». En «Libre como el Viento» la banda sorprendió al incorporar un fragmento de «Ya no sos igual» de Dos Minutos, desatando la euforia entre el público. Durante ese tema, pelotas rojas fueron lanzadas al aire, creando una atmósfera festiva y llena de energía.
Antes del final, Obregón tomó el micrófono para destacar la presencia de nuevas generaciones en sus conciertos. Agradeció emocionado y dijo que “ver chicos y chicas tan jóvenes cantando sus canciones lo conmovía profundamente”. La ovación fue inmediata que terminó por sellar el vínculo entre la banda y su público.
El cierre reunió algunos de los himnos más representativos de Lörihen, entre ellos «Adonde», «Realidad», «Utopía», «Traidor», «Cautivo» y «Vida Eterna», pertenecientes a distintas etapas de su discografía que confirmó la versatilidad del grupo para combinar metal técnico, melodías épicas y letras cargadas de sentimientos. Con un sonido impecable y una puesta visual cuidada, Lörihen reafirmó por qué sigue siendo un referente del metal nacional.
En la previa, tres bandas teloneras, Pulso Extra, El Legado e In-Dios, pusieron a todos en sintonía con su energía, manteniendo la intensidad y preparando el terreno para la gran fiesta. En los últimos tres temas del show, Javier Barrozo, cantante de El Legado, se sumó al escenario para cantar junto a Lörihen y aportar su voz a un cierre de clima festivo.
Un detalle sutil, pero significativo, fue una foto pequeña de Perón cerca del teclado, un guiño al 17 de octubre, Día de la Lealtad Peronista. Un gesto que sumó un contexto especial a una noche que también celebró la lealtad de los fans hacia la banda.
Tras el show en Flores, la banda viajará a México para una gira de nueve fechas que celebrará su trayectoria ante el público latinoamericano. Si así estuvo la previa, lo del año que viene será épico.
Por Micaela Perez Carrizo
PH: Leticia Villalba












