Lucas Aguirre (Darlotodo): «CRISÁLIDA REPRESENTA ESA TRANSFORMACIÓN DE CONVERTIR TODA LA MIERDA EN ARTE Y RENACER»

Darlotodo acaba de dar un nuevo salto en su carrera musical con Crisálida (2025), su segundo disco de estudio. Con apenas dos años de vida, la banda integrada por Lucas Aguirre (voz), Juan Massot (bajo), Penumbra (batería) y Adrián Basile (guitarra) se consolida dentro de la escena de nu metal argentina con un sonido visceral, emocional y cada vez más personal.

“Estamos en un despegue constante”, dice Aguirre cuando se le pregunta por el crecimiento de la banda. “Pasó muy poco tiempo desde que empezamos a tocar, pero este disco puede ser un momento bisagra por cómo lo venimos trabajando y por el recibimiento que tuvo desde que lanzamos los primeros singles”.

El álbum, que salió a la luz el 7 de octubre, fue construido como una especie de viaje interior: un recorrido que va del caos a la sanación, con la intensidad de un pogo y la vulnerabilidad de una confesión. “Darlotodo nació como una banda de nu metal, con influencias de Korn, Deftones, Linkin Park, A.N.I.M.A.L. o Carajo, pero lo nuestro es más que un estilo: es una forma de canalizar emociones”, explica el cantante.

Esa mezcla de catarsis y crudeza también atraviesa sus shows, donde la conexión con el público es directa y sin filtros. “Tocar en vivo es como ahorrarse el psicólogo”, dice entre risas, aunque con una certeza que se siente. “Crisálida habla de renacer, y creo que Argentina es un país que sabe de eso. Vivimos reinventándonos todo el tiempo, saliendo del horno una y otra vez. Hay mucho de ese espíritu argentino en nuestra música”.

El proceso no estuvo exento de cambios: la salida del guitarrista Rod Zamora y la llegada de Adrián Basile obligaron al grupo a rearmarse. “Somos cuatro, cada uno es clave, y la guitarra tiene un peso enorme en la identidad del grupo. Por suerte Adri se acopló perfecto, ya hicimos varios shows juntos y la gente lo recibió con todo. Nos terminó fortaleciendo”, cuenta Aguirre.

Desde su lanzamiento, Crisálida viene recibiendo una gran respuesta de los fans. “Nos escriben mensajes hermosos, gente que dice que las canciones los ayudan a salir adelante. Eso vale más que cualquier cosa técnica”, dice. Las comparaciones con Korn, en tanto, no le molestan: “Lo leemos seguido y nos causa alegría ya que esa banda fue una influencia enorme. Este disco sigue esa línea, pero con una identidad mucho más marcada”.

Sobre las diferencias puntuales con su disco debut, Aguirre es claro: “En este hay más experimentación y mucha más personalidad. El primero, Darlotodo (2024), fue nu metal puro; en Crisálida nos dimos más libertad. Hay temas violentos, como “Veneno”, y otros más sensibles como “Ikki”. El disco está atravesado por un concepto más grande, no son solo canciones sueltas”.

El cantante explica que ese concepto se traduce a una idea simple y poderosa, la transformación, ya que la crisálida es el capullo que hace la oruga para convertirse en mariposa y representa convertir todo lo malo en algo positivo. “El disco es una catarsis: empieza con “Exclamación de Athena”, una intro que simboliza tomar envión, y termina con “528”, una frecuencia sanadora que invita a relajarse después de tanta intensidad”.

Crisálida cuenta con tres colaboraciones que elevan el sonido y expanden su universo: Marcelo Corvalán, Claudio O’Connor y Matamba. Con Corvalán, Aguirre consolidó un vínculo que había nacido cuando fue invitado a cantar con Arde la Sangre en 2022. Juntos grabaron “Arder”, un tema de energía cruda y estribillo compartido, donde el cantante de Darlotodo destaca la humildad y profesionalismo del histórico bajista. Con O’Connor reinterpretaron “Imágenes paganas”, el clásico de Virus, en una versión oscura y magnética que los unió aún más: “Nos cagamos de risa grabando”, recuerda Lucas sobre ese encuentro, que también sirvió para acompañar el regreso del ex Hermética a los escenarios.

La tercera colaboración fue con Matamba, cantante boliviano conocido por su potencia vocal y su papel como la voz de Bob Marley en la película biográfica reciente. Juntos crearon “El rostro del mal”, una canción que denuncia el odio en redes sociales y celebra la resiliencia. “Nuestras voces se complementan: la suya es esa fuerza interior que te dice ‘no te dejes vencer’”, resume Aguirre.

Para Aguirre, su tema favorito es “Un hermano murió”, que es la anteúltima del disco y todavía no la tocaron en vivo. Es una power balada muy cargada de emoción que lo atraviesa por completo y le representará un desafío tocarla por primera vez para su público. “Crisálida representa esa transformación de convertir toda la mierda en arte y renacer”.

Lo que viene para Darlotodo es una serie de presentaciones que arrancan el 1° de noviembre en Montevideo, seguida por fechas en Rosario, Escobar, Polvorines, Quilmes y Mar del Plata. Más allá de los escenarios, lo que Lucas rescata es el vínculo con quienes los siguen: “Después de cada show nos quedamos charlando con la gente. No queremos perder nunca ese contacto, porque es lo que nos hace seguir siendo personas”.

Por Micaela Perez Carrizo























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