
Los grandes medios de comunicación junto a los sellos multinacionales se atreven a afirmar que hoy el rock como género está muerto. Pero tan sólo hay que asomar la nariz a la cultura emergente, a los sellos independientes y a la autogestión. Oui Oui Records nació para impulsar la música que no tenía difusión en el país a principios del milenio. De la mano de Romain y Matías Stachuk, se creó este festival, que tuvo en grilla las bandas más representativas del sello. Metamórfica, Fútbol, Las Diferencias, Acorazado Potemkin, El Perrodiablo y Ararat.
El evento tomó Niceto Club en su totalidad. En el lado B, tres shows íntimos, comprimidos y concretos. Las puertas fueron abiertas a las 19.30hs y, una hora después, la primera banda dio por comenzado el festival. Metamórfica, banda cuasi instrumental conformada por Alejandra Mariona (voz/guitarra), Mariela Talento (voz/guitarra), Javier Prazak (bajo) y Ariel Andrés Solito (batería), fue la encargada de pararse primera sobre el escenario.
Luces tenues, videos psicodélicos y un repertorio ideal para viajar a climas pesados con amortiguadores necesarios para cada pasaje de limpio a distorsión. Al unísono del fin, en el lado A, Fútbol ya se encontraba dando las primeras notas de su set. Se trata de una atípica banda punk. Si bien cuenta con el clásico power trío, sólo le hace falta una batería, una guitarra y un violín. Sí, un violín. Juan Pablo Gambarini a cargo de la SG irradia adrenalina a través de su amplificador orange; Federico Terranova, con su arco, da vida a cuatro cuerdas para resaltar con solos violentos y rabiosos que se intercalan con la voz de Santiago Douton. La mezcla del folk-rock se adueñó de Niceto, que tuvo una suerte de stage diving con Terranova, que finalizó el set en medio del público.
Volviendo al íntimo lado B, Las Diferencias invitaban a un ligero viaje en el tiempo. Led Zepellin más The Mars Volta igual a Las Diferencias. Vestidos de gala para la ocasión, Alejandro Navoa, Andrés Robledo y Nicolás Heis logran trasladar al público al centro de la pista para poguear, bailar o simplemente moverse como más guste al compás de la música. Sin embargo, a la vuelta del escenario «principal» de Niceto, Acorazado Potemkin calmó las aguas con su repertorio. La banda, que cuenta con Federico Ghazarossian (bajo), Luciano Esain (batería y voz) y Juan Pablo Fernández (guitarra y voz) en sus filas, se enfrentó a un numeroso público. Un show energético, a su ritmo. Los duros cortes de Esain marcaron el poder de la banda. Sobre el final, presentaron su flamante video clip «El Pan del Facho».
La ola se vio obligada nuevamente a pasar al lado B, ya que El Perrodiablo se encontraba en el escenario para cerrar esa parte de la fiesta. Impronta rockera como pocas es la que demanda Doma, su cantante. De pelo largo, excesivas patillas, sin remera y empapado de sudor se paseó entre la gente motivando a cantar con él a cada uno de los presentes. Una mezcla de Bon Scott con Iggy Pop. Chaume, Fran y Lea completan el equipo.
Doma subió a la barra del boliche, el láser verde de la vigilancia no lo molestó, una botella entró en su ropa interior, su cuerpo desfiló entre la gente e incentivó al pogo. No está muerto quien pelea. Después de tanta adrenalina, el último bastión de la noche vendría en el amplio escenario A de la mano de Ararat. Sergio Ch, Alfredo Felitte y Tito Fargo (voz y bajo, guitarra y sampler, y batería respectivamente) estaban preparados para comenzar el último viaje.
Con una reminiscencia armenia preponderante, Ararat invita a un paseo tierra adentro más allá de que de fondo se proyectara The Hills Have Eyes, de Wes Craven. El listado recorrió tanto «Ararat II» como «Lobos de Guerra y Cazadores de Elefentes», aunque el estallido estuvo en el cierre con Nicotina y destrucción, de «Cabalgata hacia la luz».
La idea de poder crear un sello en el complicado mundo de la música, uno en el que los géneros convivan, es realmente un mérito. Folkpunk, stoner, blues y rock & roll bajo una misma bandera. La bandera de la comunión, afirmando que la diversidad enriquece.
Cobertura: Jonatan Dalinger
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