
Siempre que se anuncia una gira conjunta de dos o mas bandas, se festeja. No son muchas las oportunidades que tenemos en estas latitudes de presenciar eventos de esta índole, las entradas cada vez duelen más y no son pocas las veces en las que uno piensa «si tal banda toca el martes y tal otra toca el jueves ¿Por qué no juntarlas, ir a un lugar mas grande, con mejor sonido, en vez de dos entradas, pagar una y así quedar todos contentos?» Bien, el pasado viernes 21 de noviembre, se presentaron desde Brasil, Crypta, desde Finlandia, Rotten Sound y desde Francia, Dvrk. Una gran oportunidad para ver un cartel diverso, dentro de lo extremo seguro, con actos históricos y otros mas recientes. El lugar, Uniclub.
Aún habiendo llegado tarde para ver a Dvrk, haré mención a cuestiones que exceden a su presentación. Formados en el año 2019, la banda trajo su reciente EP bajo el brazo Infinite Reminiscence (2024). Una fusión entre deathcore, nu metal y elementos electrónicos, que desafortunadamente no pude ver en vivo. Los músicos de la banda estuvieron dando vueltas en todo momento entre la gente, incluso colaborando con el puesto de merch.
Creo poder hacer un análisis mas allá de mi propia subjetividad, al decir que entre los presentes, había una especial expectativa por Rotten Sound. Los finlandeses son un nombre importante del grindcore, más aún viniendo de una tierra tan rica en tanto música extrema como lo es el país escandinavo. Habiéndose formado en 1993, la banda devenida en trío para esta gira, presentó sobretodo su disco mas reciente Apocalypse (2023). El hecho de presentarse sin bajo, les dio una crudeza y una agresividad aún mayor a la que acostumbra la banda. Su vocalista, Keijo Niinimaa, que momentos previos a cantar atendía su puesto de merch, se mostró muy entusiasmado en el escenario, dialogando en su inglés con tonada escandinava con la gente. En mas de una ocasión hizo especial hincapié en terminar con todas las guerras y buscar la paz mundial. Además de repasar trabajos previos como Abuse to Suffer (2016), Exit (2005) o Murderworks (2002), los músicos también presentaron su nuevo tema «Brave New World», que será parte de su próximo trabajo en formato EP Mass Extinction. Con un sonido abrasador, una velocidad y una violencia digna de ellos mismos, Rotten Sound hizo su debut en nuestro país y dejó a mas de uno recalculando y acomodando sus ideas.
Para el momento de Crypta, y ya desde Rotten Sound, Uniclub mostraba un recinto, no lleno ni explotado, pero con buena concurrencia de gente. Luego de su paso por Nervosa, Fernanda Lira y Luana Dametto dieron forma a Crypta, en un aproach mas enfocado al death metal hecho y derecho. Ya desde su formación, Tainá Bergamaschi se hizo cargo de la guitarra, y para esta gira, en la otra guitarra se presentó Helena Nagagata. Al tener dos discos en su haber, la presentación de las brasileras estuvo muy cargada con ambos trabajos, aunque, siendo Shades of Sorrow el más reciente, tuvo mayor preponderancia. Temas como «The Other Side of Anger», «The Outsider» o «Trail of Traitors» entre otros, representaron el ultimo disco. Por su parte, el debut de la banda Echoes of the Soul aporto temas como «Kali», «Possessed» y «Starvation».
La labor de Lira como frontwoman es incuestionable. Desde el momento en que pisa el escenario, se transforma en una máquina que a la vez que se mueve, hace caras e interactúa con el público, canta con un growl no tan grave pero si podrido, y toca el bajo. Carisma e interpretación a la orden del día. Hubo un único momento, un pequeño instante, en el que salió de personaje. Fue cuando una persona del público casi aterriza en el escenario muy cerca de su micrófono, provocando una risa abrupta de la cantante y bajista. Por su parte, la otra gran actuación de la noche fue la de Bergamaschi, quien además de riffear y solear en todo momento, no paro de ir de lado a lado, de gesticular con el público y de incluso dejar que tocaran la guitarra los más próximos al escenario. Con un perfil mucho mas bajo, pero no por eso menos importante para la banda, Dametto, detrás de los parches, es una máquina en constante marcha. Velocidad intempestiva y groove cuando la canción lo pide, es sin dudas el motor de Crypta.
Una noche cargada de sonidos extremos y podridos. Tres actos, cada uno con su propia personalidad y estilo. Crypta, Rotten Sound y Dvrk, desde distintos puntos del planeta, dejaron una gran huella en su paso por Uniclub.
Por Juan Cordiviola
PH: Cecilia Principe






