Los padres de la New Wave of American Heavy Metal actuaron por tercera vez en Argentina. En esta ocasión, vinieron a a presentar el reciente VII: Sturm und Drang en Groove con localidades agotadas.

Las puertas abrieron a las 19 hs, para que de a poco la fila que llegaba hasta La Rural fuera ingresando. Por un lado, aquellos que llegaron temprano al evento con su entrada en mano y otros que fueron en búsqueda de la suya el mismo día.

Como aperitivos dos bandas nacionales Lo Bruto y M28 entretuvieron a los presentes. La primera con tintes ligados al death metal tradicional, y la segunda con reminiscencias al deathcore. La propuesta de las jóvenes bandas fue bien recibida por el numeroso publico que se encontraba dentro del boliche. Como entrada los ya consagrados Plan 4 motivo a los primeros pogos. Si bien el sonido no fue de lo mejor la actitud de Javier Knario Compiano recompensa. Temas como «Mi Religión» y «Ella» incentivaron a relajar un poco y entrar en calor ante la espera de Lamb of God.

De precisa puntualidad, el plato fuerte se sirvió a las diez menos diez. Chris Adler se paro detrás de su inminente batería, segundos después Mark Morton y Willie Adler (guitarras) junto a John Campbell (bajo) le siguieron el paso. Por último, Randy Blythe se sumo al equipo para caminar junto a él al infierno. La euforía se propago y contagio como una peste a todos los fanáticos. Es mas la temperatura siguió elevándose con el paso de «Now you’ve got something to die for».

La gira en cuestión es la presentación de VII: Sturm und Drang  un disco que recorre nuevos sonidos en la banda. Sin embargo, su corte de difusión «512» fue festejado tanto como mítico «Hourglass» de Ashes of the Wake (2004). Lamentablemente, el sonido tampoco le dio la mano a los estadounidenses. Las guitarras por momentos fueron nulas y la voz de Blythe se perdía entre el apabullante cantor popular. Eso si, la demencia de los músicos es intacta y eso incrementa el favor en donde la calidad sonora pierde, al menos, un poco de importancia.

Rondando la hora de repertorio el final se fue acercando con los clásicos «Laid to rest» y «Redneck» de AOTW y Sacrament (2006) respectivamente. De escaso pero conciso show, catorce canciones en unos sesenta minutos, con un sonido que pudo haber sido mejor, Lamb Of God se despidió de su publico por tercera vez renovando, una vez mas, su propuesta artística.

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Cobertura: Jonatan Dalinger
Fotografías: Ariel Flomenbaum