Asspera se presentó en Mar del Plata, y allí estuvo Metal-Argento. La cita fue en Abbey Road, que abrió sus puertas desde las 19hs para comenzar con las bandas marplatenses que lamentablemente, por no poder llegar a horario no pude ver a ninguna. Robayo, Doblegador, Solución Final, Septiembre, fueron en esta ocasión las que tuvieron la oportunidad de presentar sus temas ante una importante convocatoria. Llegué cuando comenzaba el primer tema de Asspera, y para mi sorpresa, ya que nunca los había escuchado en vivo, fue la cantidad de público que convocaron. Para los que nunca tuvieron oportunidad de verlos, les advierto que tradicionalismo, poses, imagen, buenas costumbres, protocolos, cumplidos, frases hechas, letras metafóricas etc. no encontrarás en un recital de Asspera.

Podría pasarme un rato largo buscando algún “parecido a”, esa maldita costumbre que tenemos muchos de buscar la copia y el plagio y de criticar cuando algo se sale de la postura clásica, porque justamente el show viene a tirar por la ventana todo eso. Al acercarme hacia al escenario ya pude ver que, con un pie de micrófono con forma de pene, la cosa iba a ser diferente a lo normal. Tocaron temas de todos sus discos, “Me cago”, “Gorda Puerca”, “Partiendo Cabezas”, cover de Flavia Palmiero “Me voy a hacer pipi” o de la Mona Giménez “Quien se ha tomado todo el vino”, también “Pija”, “Hijo de puta” y unos cuantos mas de “temas de mierda” (Sic) como dicen ellos mismos. Musicalmente suenan poderosísimos, y no hay ningún tema donde el público se quede quieto, sin hacer pogo y cantar. “Paremo’ un poco que esto parece una kermese…” dijo en algún momento el vocalista Richar, y era cierto. Hubo de todo, chicas del público subidas al escenario en una suerte de concurso de headbanging, la representación en vivo del video del tema “Patada en los huevos”, muñecas inflables, travestis etc. Pero también a la mitad del show se lucen los músicos haciendo un popurrí de covers y el muy buen solo de guitarra de Rockardo demostraron que detrás de la risa y las bizarreadas también hay buenos instrumentistas.

Es para destacar la relación fraternal con el público constante que nada tiene que ver con la típica demagogia rockanrolera donde el público termina siendo el protagonista, sino de fraternidad, simpleza, sinceridad, humildad y mucho fervor, la banda nunca deja de ser el centro de todas las bizarreadas. Todo a lo que respecta a sonido, iluminación, organización y escenario diez puntos con excelente convocatoria. Mucha risa, mucho pogo, mucho metal se llevó el público de Abbey Road. Y además la noticia de que están preparando un disco que saldrá este mismo año, así que habrá que estar atentos. Lógicamente un disco independiente como fueron los anteriores, ya que ellos contaron al público que hace poco una multinacional los tentó debido a su creciente popularidad, ellos le respondieron a lo Asspera: “váyanse a la concha de su madre…” (Sic).

Cobertura: Fernando Russo