
Después del show de Malón en el Auditorio Oeste, encaré camino hacia el Shelter de Laferrere, en donde Malicia estaría haciendo su primera presentación del año en zona oeste. La primera banda fue Piras que no alcancé a ver por cuestiones de horario. Ya pasadas la 1, comenzó el show de Raza Odiada, quienes salieron a escena con “De Pie” de su último disco Querer es poder (2012). Los originarios de González Catán ejecutan un heavy metal muy poderoso que se destaca por la aguerrida voz con enérgicos agudos de Maximiliano Torres y los machaques y virtuosos solos de guitarra de Antonio López. El quinteto lo completa Abel Ledesma en bajo, Emanuel Mansilla en guitarra y Omar Gadea en batería. A continuación “Noches de metal” y “Niños ¿el futuro?” de su disco previo Igual que ayer (2005) calentaron el ambiente. Luego de “Ansiedad”, siguieron con las canciones de su última placa dando lugar a uno de los momentos más interesantes del show con “Sariri” con un toque folklórico que aportó Antonio López con el cicus. “Pasado cruel” de Igual que ayer y “Fuego y acero”, el tema apertura de su último cd, fueron los temas con que el set llegó a su fin tras aproximadamente cuarenta minutos.
Alrededor de las 02:30 subió al escenario Furia Genética que presentó un heavy bien violento que me trajo algunas reminiscencias del Horcas de la época de Vence. Se centraron en las canciones de su disco debut La hora final que editaron en el 2008, abriendo el show con “Abismos de desolación”, seguida de “Ángeles” y “Suelos del destino”. La agrupación formada por Marcos Pérez Giacone en voces, Gabriel Fullone y Vasco Legorburu en guitarras, Nacho Fernandez en bajo y Oscar Morales en batería, ejecutó luego “Envuelto en temor”, canción grabada para el EP de 2012 Preludio a la madre de todas las guerras, y una nueva pieza llamada “Sangre fría”. Aunque el sonido del local siempre distó de ser el mejor, supieron desenvolverse con gran soltura y con una gran respuesta de la gente. “La hora final” e “Injusticia” del primer álbum, y “Portadores del caos” perteneciente al EP fueron los temas con que cerraron su show para dejar lugar a Malicia.
El reloj marcaba aproximadamente las 03:30 cuando Malicia comenzó a prepararse para tocar, y así el pequeño reducto se vio repentinamente colmado por los tantos que habían permanecido en la vereda. Arrancaron, al igual que su último disco El fin de las Religiones con “Rompe el viento”, y la extrema velocidad fue consecuentemente correspondida con un pogo feroz. Lamentablemente, las guitarras empezaron sonaron muy atrás y la voz prácticamente inaudible, siendo solucionado prontamente para “Misántropo”, otro furioso corte hiper-veloz del último álbum del cuál filmaron su videoclip. Luego Maximiliano Escobar (guitarra y voz), Pablo Maldonado (bajo), Lucas Bravo (guitarra) y Cristian Romero (batería), -estos dos últimos también integrantes de Morthifera-, retrocedieron en el tiempo para interpretar “La rueda del roedor” de Mundo mitómano (2001) y “En la mira” de su debut homónimo de 1999.
“Pan podrido, leche cortada y aserrín, ¿cómo no querés que termine con pegamento en la nariz?” reza “Puertas del Infierno”, uno de los temas más destacados de su última producción, que gracias a un thrash muy técnico con canciones de larga duración con múltiples cambios de ritmo y gran versatilidad sonora, junto a sus líricas que denuncian la realidad social cotidiana, se ha convertido en uno de los discos más aclamados dentro del under nacional. Mediadas por el cover elegido para la ocasión (su versión de “Cautivos de un sistema” de V8 que grabaron en Raíces allá por el 2007), llegó el turno de dos canciones de Agresivo (2003), “Suburbios” y “Agresivo” que tienen en común ese crudo sonido thrasher a la más alta velocidad, bien al estilo del viejo Kreator. Tras “Venas”, otra canción de su primer álbum, retornaron a Agresivo con una canción que hacía muchos años que no tocaban en vivo: “La incansable búsqueda…”.
Ya habían pasado diez canciones y el brillante Conciencia (2008) brillaba por su ausencia, hasta que llegaron “Espíritus” y “Nunca es tarde” con su mensaje esperanzador de nunca bajar los brazos. Para bajar un poquito el pie del acelerador ejecutaron “Islas de cenizas” en memoria de los caídos en Malvinas, arremetiendo luego con la brutal “Incitación”, ambas de El fin de las Religiones. Tras una hora y media de show todo parecía llegar a su fin con “El trastorno de la envidia”, el único tema de su autoría que contiene Raíces; sin embargo, aún quedaba lugar para un poquito más y así fue el turno para cerrar, como suelen acostumbrar, con un ya clásico: “Toma Conciencia”. En conclusión, fue un extenso show que marcó un repaso de toda la carrera de la banda, y continúa demostrando el gran momento que viven con una formación ya afianzada, alzándose como una de los grandes grupos del momento, siempre desde el camino de la independencia.
Cobertura: Sebastian De la Sierra
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