Hotel Bahuen, tattos y metal, combo perfecto. Arrancando a las doce del mediodía con una gran convocatoria la primera fecha de la décima edición del Mandinga Tatto Show tuvo como cierre a Carnero y Plan 4. Una vez más tuve la oportunidad de apreciar en vivo a Carnero banda que lleva al hombro Roberto Wolk. Arrancando con «Mental war» para seguir con «El presente me hace duro» noto ciertos cambios en la banda; el primero y más notorio es la composición, ahora también van en castellano siendo que antes eran solo en inglés. El otro cambio que noté es una mayor precisión en la voz limpia de Roberto y a la banda en si más ajustada, más afilada. «Tempo de una nueva cosecha» sacudió para acelerar cráneos y musicalizar como la tinta recorría la piel de varios. Para ir cerrando se despidieron con «Northern lights» mas «Incinerator» de Napalm Death como broche de oro. 

Después de concursos de tattos se preparó todo para que Plan 4 salga a escena y haga lo que mejor sabe hacer, dejarnos en mil pedazos. Diez minutos pasadas las veintitrés horas Knario, Lechu, Gonza y Eze salieron a escena para abrir el set con «Yo lo quise así» tema que también abre su último disco de estudio Horizonte Rojo Sangre (2013). «Entre la vida y la muerte» siguió de manera continua al igual que «El nido de la serpiente». Durante ese momento comenzaron los problemas en el micrófono de Compiano, ya que se empieza a entrecortar hasta que perdió conexión durante medio tema. El salón de conferencias no impidió que se armara agite cuando «En mil pedazos» fue presentado, un antes y después se marcó en el recital cosa que se vio reflejado un poco más adelante cuando «Ella» produjo que todos estuvieran de pie y revoleando los pelos a mas no poder. 

Humor de parte de Lechu además del apoyo y pedido de unión de B.A.H.C y punks, acercamientos de Knario a las primeras butacas, pogo y mosh en las escaleras son las situaciones más destacadas del show. A pesar de los problemas con su micrófono la voz de Javier estuvo increíble, hace mucho no se notaban esos gritos tan afilados. Para el final se venía dos temas de pleno agite, como «Último recurso» y «Destino» pero el final vendría después con un corto pero contundente pedido del público ya que era tiempo de desalojar el hotel. Knario pregunto si el último tenía que ser uno de Pantera o uno de Plan mientras que Lechu nos tentó arengando uno de Ramones. Finalmente sonaron los primeros acordes de «Walk» aunque no fue completado Y «Hasta que puedas oírme» dio el cierre. Un show íntimo y potente, de amigos adelantando lo que será el festejo de los diez años en el Vorterix. Gran viernes de tintas y metal.

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Cobertura: Jonatan Dalinger
Fotografías: Julian Quinteros