
Verano Negro es un nuevo ciclo que se encarga de juntar bandas y mezclar un poco el mundo de la música pesada. En este caso Humo del Cairo se presentó junto a Viticus en el Teatro Vorterix. Humo del Cairo hizo de lo suyo como nos tiene bien acostumbrados. Demoledor sonido para una densidad pesada aunque en varios pasajes se vuelve frenético. «Los ojos» y «Panorama» abrieron el set, para llegar a «Tierra del rey». No contó con una buena cantidad de espectadores, aun así, la dedicación de la banda y la devolución de los amigos y fanáticos presentes fue lograda. Continuaron con «Indios» y «Cauce», en el final de este último se anunció el último tema del set por problemas ocasionados en la batería de Federico Castrogiovanni. El cierre fue con «Espada» y con muchos aplausos la banda se retiró promocionando la próxima fecha junto a Poseidotica.
De a poco se fue sumando gente al Vorterix que para las 21:15 horas, cuando se abrió el telón, quedo prácticamente repleto para una verdadera fiesta de Rock. «Euskal Herria» y «Hoy no hago nada» fueron los primeros temas del excelente set que el Canciller y su banda presentarían. La lista pasó por temas de Riff y por temas de su actual agrupación Viticus, obvio; «Humano», «No detenga su motor», «Desesperado» y el primer gran festejado por pogo y agite «Ruedas de Metal». Increíble el despertar de estas canciones inmortales, tan inmortal como el niño interno que lleva Vitico en el escenario al interactuar con el público, al bailar cuando toca su bajo y obvio en sus festejos. La noche tuvo varios invitados como Ponch en «Legendario» y Manolete en «Extranjero» y «Mucho por hacer».
Para la parte final del repertorio se dio el lujo de tocar un tema de Keith Richard «Connection» para luego seguir con «Fugitiva» en donde el centro era un mezcla de pista de baile con pogo; y esto culminaría con una lluvia de cerveza cuando los primeros acorde de «Mi nuevo Chevrolet» comenzó a sonar. Casi sin descanso en este final «Sussy Cadillac» suena por los parlantes continuada con «La espada sagrada» para un cierre espectacular. Sin embargo después de ser aclamado con euforia, el quinteto salió nuevamente a escena para despedirse con clásicos: «Forastero» y «Que sea rock». El show de Viticus en Vorterix fue una cátedra de cómo se debe hacer un show de rock durante las rápidas dos horas de duración; luces, adrenalina, disfrute, risas e interactividad con el público. En excelente estado físico, dinámico y acompañado por una banda que toca de manera increíble, Vitico demuestra una vez más sobre el escenario que es menester que sea rock.
Galería de Fotos:
Cobertura: Jonatan Dalinger
Fotografías: Julian Quinteros
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