Contundente show de Mägo de Oz en Groove en lo que representó la sexta visita de los madrileños a Buenos Aires, en esta ocasión para presentar su decimosegundo disco de estudio “Hechizos, Pócimas y Brujería” y con una gran introducción en sociedad, para los fans argentinos, del nuevo vocalista de la banda, Javier ‘Zeta’ Domínguez.
Para cuando Metal Argento llegó al lugar, estaba terminando Hofud, banda de Death Metal, que presentaba su primer EP. Previamente había hecho su presentación Kheller, a quienes no llegamos a escuchar.
Posteriormente vino la –muy corta- presentación de Harpoon, quienes cumpliendo con la palabra de su cantante, Ramón Duré, realizaron un pequeño pero aplastante show de sólo tres temas, entre ellos “Choque de cuernos”. Los oriundos de José C. Paz se completan con Alejandro Burgos y Hernán San Martín en guitarras, Rafael Florentín en bajo y Daniel López en batería.
La misma situación vivió Renacer, quienes debido a un retraso en la organización del evento tuvieron que acortar su tiempo y no pudieron mostrar su poderío en el escenario, aunque les alcanzó para que Christian Bertoncelli demuestre por qué fue tenido en cuenta para reemplazar a José Ändrea cuando dejó Mägo de Oz.
La banda, en la que Juan Manuel Ocampo está haciendo sus primeras presentaciones, luego de haber debutado el 15 de marzo en el Roxy, pudo interpretar “Espíritus guardianes”, “Senderos del tiempo” y, el enorme, “Guerrero inmortal”. El resto de la banda: Diego de Paolo en viola, Fernando «El topo» Ullua en bajo y Damián Oliva en bata.
Cerca de las diez de la noche fue el turno de la banda estelar de la jornada. Mucha expectativa se sentía entre un público se acercó en buen número al local de la zona de Palermo a ver a una de las bandas más reconocidas del habla hispana. La expectativa en algunos era incertidumbre, incertidumbre por el desconocimiento de los que se avecinaba.
Si bien era la sexta visita de Mägo de Oz a Buenos -desde su primer viaje en abril de 2006 para presentar Gaia II: La Voz Dormida-, era la primera sin la voz que impregnó con su espíritu las más destacadas y recordadas composiciones de la banda. Y no es que no le conocieran la voz al nuevo cantante, el público había escuchado y tenía bien sabido la última placa “Hechizos, Pócimas y Brujerías”, primera con Javier ‘Zeta’ Domínguez. Sin
embargo el vivo es el vivo.
Todas las dudas se disiparon cuando sonó “El libro de la sombras”, tema que eligieron para abrir el recital, luego de la introducción con “A Marcha Dais Meigas” y la arenga de Txus quien fue el primero en salir a escena. La banda arreció con un sonido impecable y la fuerza habitual que muestran arriba del escenario. E inmediatamente, para terminar de comprar al público desde el inicio, continuó un clásico de la placa “La Leyenda de la Mancha”, Maritornes. La respuesta de la gente fue unánime y el grito de “Zeta, Zeta, Zeta” replicó el lugar.
Las primeras palabras a la audiencia aludieron a como la banda siguió adelante a pesar de todo y de todos y del nuevo comienzo que están teniendo, todas referencias directas al próximo tema que iban a hacer, H2OZ y al que le continuó otro enorme clásico, “Molinos de viento”.
Cómo era de esperar la mayoría de los temas de la lista pertenecieron a su último disco, el cual venían a presentar, salpicado con varios temas de la época más exitosa de la banda, de discos como Jesús de Chamberí, Finisterra y Gaia. De la misma manera el show estuvo también salpicado con perlitas que valen la pena presencia. Por ejemplo el sólo de flautas
de Josema, quien con un gran carisma y enorme capacidad deleitó al público con un flotador inflable con forma de pato.
Párrafo aparte merece la bellísima Patricia Tapia, quien también tuvo su propio momento en el espectáculo, cuando dejó atónitos a muchos, no sólo con sus piernas, sino con su hermosa voz para interpretar “Brujas”, poderoso tema también de su más reciente placa, donde se pudo lucir y mostrar todos sus dotes, como la enorme –a pesar de su estatura- cantante que es.
El show tuvo varios falsos finales. El primero con el último tema de su último disco y la cual da el nombre: “Hechizos, Pócimas y Brujerías”. Luego de unos segundos y aún con las luces apagadas, el que reapareció fue Javi Diez, multifacético tecladista, quien decidió hacer gala de virtuosismo durante algunos minutos y regaló al público argentino un tango.
Con el resto de la banda en escena nuevamente llegó el segundo falso final y quizás el único momento criticable de la noche. Si bien la interpretación de “Finisterra” fue correcta, la que merece y conlleva un tema de una altísima complejidad musical como este lo es, el sonido fue muy malo. Varios problemas con la guitarra de Carlitos –al que se lo vio muy enojado en ese momento con los sonidistas- desprestigiaron lo que era llamado a ser el
momento apoteótico de la noche.
Sin embargo, el problema fue superado rápidamente y para “La Costa del Silencio” la banda volvió a su contundente sonar. Para cerrar definitivamente la noche llegaron “Xanandra”, el primer tema que Zeta cantó con los Mägo –según él mismo presentó- y la infaltable “Fiesta Pagana”, para el delirio del público, que no pudo más que responder con aplausos y ovación a una banda que se mostró madura y con ganas de demostrar que lo suyo recién está volviendo a empezar.
Galería de Fotos:
Cobertura: Ezequiel Gonzalez
Fotografías: Pablo Gándara
· Volver
