
El pasado viernes volvió a pasar por nuestro país uno de los máximos exponentes de la nueva ola del Glam metal, o Sleaze. Esta vez fueron acompañados por una banda que lleva años en la escena, y que ofició de telonera de una manera muy particular: Glamnation Radio organizó un concurso mediante el cual eligió el quienes tocarían junto a los suecos en el Vorterix.
Pasemos al show. Llegué cerca de 20.15 al recinto, aproximadamente 20 minutos después arrancó Gunner, banda formada por Roxx en guitarras, Aaron Briglia en voces, Pablo Ansaldi en bajo, Geer en baterías y Mark en teclados. Repasaron temas de su primer disco, algunos de los más rockeros como “Desire”, “Till I Reach The End” o “Dirty Love” con una innegable influencia de bandas como Whitesnake. No en vano fueron elegidos por el público, el cual los alentó muchísimo y hasta se podían ver algunas remeras con su logo en las vallas. Presentaron un tema nuevo: “Run And Go”, que formará parte de su nuevo disco (del cual aún no conocemos su título) y para cuando el Vorterix ya estaba con más de la mitad del publico sacaron de la galera un cover más que oportuno para la ocasión, “Livin’ on a Prayer” de Bon Jovi con el cual el público estalló. Si bien Gunner es una banda pura y exclusivamente de Hard Rock (musical y visualmente), tocaron un tema un poquito más pesado, que hasta incluye doble bombo y un riff de violas muy filoso, al borde del heavy metal. En mitad de su show aparecieron al costado del escenario Eric Young y Peter London, baterista y bajista de Crashdiet, lo que se notó les dio un incentivo enorme a los Gunner porque de ahí en adelante… ¡estaban prendidos fuego! Cerraron su show (agradecimientos de por medio, a Glamnation por haberles dado la oportunidad de concursar, al público por haberlos elegido, a Crashdiet y a la gente de Vorterix) con dos temazos que para mí ya son dos clásicos en su repertorio, “Rocking in the City” y “Holdin’ On”. Según mi parecer fue más que merecido el lugar que tuvo Gunner en este show.
Media hora después bajo la intensidad de las luces y comenzó a sonar la intro, mientras Crashdiet salía a escena, arrancaron a pleno con “Change the World” y “Circus”, ambos de “The Savage Playground” su más reciente disco. Con un sonido muy bueno al menos desde mi ubicación y un público enloquecido, con una variedad de edades muy interesante, tanto adolescentes como nostálgicos del hard rock/glam de los 80’s que apoyan a las bandas que en cierta forma adaptaron este genero a un sonido más moderno. Así pasaron dos de su tan festejado primer disco “Rest in Sleaze”, estas fueron “Tikket” y “Breaking the Chains” (a esta altura ya un himno de los suecos), uno más de los nuevos, “Anarchy”, tema con unos coros increíbles y un Cruz con unos gritos desgarradores. Luego de estos pasó “Rebel” (De Generation Wild), “Falling Rain” (único tema que interpretaron del disco que cantó Olliver Twisted, The Unattractive Revolution), Lickin’ Dog, Queen Obscene/69 shots (como siempre, los del primer disco fueron de los más festejados) “Got a Reason”, que es el que más se acerca en sonido y voces al primer trabajo, “It’s a Miracle”, en el cual recuerdan la memoria del creador de la banda, Dave Leppard. Dieron por terminada la primer parte del show con “Garden of Babylon”, un tema particularmente oscuro, pesadón, que la rompe. No sabemos que pasó detrás del escenario en los menos de cinco minutos que tardaron en volver, pero me imagino que tenían una afiladora gigante porque volvieron con una seguidilla de clásicos impresionante (esta vez con Cruz como guitarrista rítmico también), que hasta un pogo provocó, estos fueron: “Riot in Everyone”, “Chemical” y “Down with the Dust” (mi preferido de “Generation Wild”). Pararon otro rato y volvieron ahora sí para finalizar con “Generation Wild”, en el cual Simon al ver la reacción tan fuerte de la gente, sin dudarlo se tiró al público, pudiendo volver al escenario de milagro, y sin su cinto, el cual pidió encarecidamente unas cinco o seis veces, hasta que con un “ohhh shit!!” se resignó (no le quedó otra) a que alguna fan lo guarde de recuerdo. Finalizaron con el primer corte de este nuevo disco, “Cocaine Cowboys”, arrancando en formato zapada, con Martin Sweet viola acústica de por medio y Cruz con la armónica, al mejor estilo Steven Tyler hasta que arrancaron con toda la onda que tiene este tema y ese riff tan característico. Se cerró el telón y uno a uno fueron saliendo a saludar al público, Eric Young, Martin Sweet, Peter London y Simon Cruz por último, tiraron palillos, púas, dieron apretones de mano y posaron para las fotos.
Para finalizar, muy buen show, mucho mejor que el del Roxy hace tren años, con un lugar que pensé que les quedaría grande pero no fue así, se nota un amplio crecimiento y más que nada estabilidad como grupo, tengamos en cuenta que Simon Cruz es el primero de los tres cantantes que pasaron por Crashdiet en grabar dos discos seguidos y en su venida anterior todavía se estaban amoldando. Dicen que todo tiempo pasado fue mejor, pero eso no nos impide disfrutar del excelente presente por el que están pasando los Crashdiet.
Galería de Fotos:
Cobertura y Fotografías: Nicolas Gimenez
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