
Finalmente, tras cuatro largos años de espera, Kreator se hizo presente nuevamente en Argentina. En aquella oportunidad habían compartido escenario con Exodus en The End. Mientras tanto, en 2010 y 2012 se acercaron a Sudamérica nuevamente pero solo para tocar en territorio chileno, por lo que esta fecha pactada para el 9 de Diciembre en Groove era aguardada con muchas ganas y euforia por su leal base de seguidores local. Los encargados de abrir la jornada fueron Harpoon y M-43, aunque para el momento que ingresé al local alrededor de las 20hs ya estaba comenzando Nucflash. Así, durante aproximadamente media hora, la banda conformada por Alex Gavrer (guitarra), Sebastian Dallinger (bajo), Fernando Montenegro (batería), Matías Ayala (voz) y Theo Schröder (guitarra) se encargó de repasar los temas pertenecientes a su EP Spreading the Virus (2011) como el homónimo y “Perpetual Nightmare”, además de un tema nuevo que formará parte del próximo álbum. Con la totalidad de sus canciones escritas en inglés y destacados solos de guitarra, entregaron un prolijo y potente thrash con guiños al death que tuvo una muy buena recepción entre el público que armaba pogos en todos los temas. Tras una versión algo deslucida de “Hit de lights” de Metallica que fue muy festejada, se despidieron con “In the name of Lucifer” para dejar lugar a Certera.
Ante un Groove ya muy lleno, la banda de Zona Norte que se reunió en 2011 tras editar dos demos en los noventa que hoy son material de culto, recibió una cálida respuesta entre los presentes que cantaban y armaban rondas para casi todos los temas. Liderados por el carismático Pipa en guitarra y voz, junto a Negro en guitarra, Katto en batería y Alemán en bajo, plasmaron su heavy/thrash en algunas canciones como “Guerra final” perteneciente a su última placa Epifanía, originalmente grabado para El Patrón, y editado este año bajo el nombre de Certera. También hubo lugar para el adelanto de un tema nuevo: “El Paria”, que lleva el mismo nombre del nuevo disco pronto a editarse. Llegando al final, se despacharon con canciones muy viejas de sus primeras épocas como “Sagrada corrupción” e “Incontenible insurrección”. Transcurridos cuarenta minutos de show, se despidieron con grandes aplausos, dejando todo servido para el plato más esperado de la noche.
“The Kreator has returned”. A las 22 en punto comenzó a sonar la intro “Mars Mantra” y la ansiedad derivó en descontrol cuando los alemanes salieron a escena con los primeros riffs de “Phantom Antichrist”, tema que le da nombre a su última placa editada el año pasado, seguido por “From flood into fire”, con un estribillo muy melódico que tuvo su estreno en estas tierras. Casi enganchado fue el turno de “Warcurse”, uno de los temas más rápidos de Hordes of Chaos (2008). Desde un principio el sonido fue demoledor, con la voz de Mille Petrozza bien al frente, acompañado por el otro miembro fundador Jürgen Reil “Ventor” en la batería (que en la anterior visita no pudo ser de la partida, siendo reemplazado por Marco Minnemann), Christian Giesler en el bajo y el finés Sami Yli-Sirniö en la guitarra.
No se puede hablar de Kreator sin pensar en extrema agresión y, aunque se extrañó la presencia de ese tema en la lista, fue explosiva la seguidilla de viejos clásicos de los primeros días como “Endless Pain” (precedida por la introducción de “Coma of Souls”) y “Pleasure to kill”, del cuál no sería exagerado decir que es uno de los temas más brutales que el thrash metal haya parido jamás. Mille interactúa bastante con la audiencia que responde fervorosamente a sus incitaciones al mosh y las presentaciones de las canciones con esos gritos que te penetran el alma y despiertan el lado más violento de cada uno. A continuación siguieron a toda marcha con “Hordes of Chaos (a necrologue for the elite)” y “Death to the world”, otro furioso tema del último álbum que funcionó como adelanto de Dying Alive, DVD que editaron meses atrás y deja bien en claro la excelencia de su sonido y el gran momento que están viviendo. De nuevo retrocediendo en el tiempo, llegó el turno de “Riot of violence” de Pleasure to kill (1986) con Ventor encargándose de las voces principales detrás de los parches. Tras los cánticos y las ovaciones del público que se tomaba un pequeño descanso del pogo, llegó el turno de otro gran clásico fue “Enemy of god”, uno de los puntos más altos de la noche, dedicado por Petrozza a la “jodida religión y los políticos hijos de puta”. La primera parte del set concluiría con “Phobia” de Outcast (1997), único tema tocado de la etapa más experimental de los años noventa.
Luego de un muy breve intervalo, las notas de “The Patriarch” anunciaban que se venía “Violent Revolution”, ese clásico del disco que lleva su nombre que marcó en 2001 el regreso de los alemanes a sus raíces thrasheras (aunque con ciertos matices melódicos que remiten a la escena de Gotemburgo), el primero con el guitarrista Sami Yli-Sirniö, que a continuación ejecutó un solo de guitarra acústica que derivó en “United for hate”, otra canción del flamante Phantom Antichrist. El momento de “People of the lie” de Coma of Souls (1990), cuyo estribillo fue cantado al unísono por todos, llegó tras una larga arenga de Petrozza, llamando al público a dividirse en dos mitades desde la valla hasta el fondo para colisionar al primer acorde. El final se iba acercando con “Civilization collapse”, del cual filmaron el último videoclip de la banda basado en las protestas y represión ocurridos en Grecia, y el inmortal clásico “Betrayer” de Extreme Agression (1989), nuevamente dedicado a los políticos.
Ya había transcurrido casi una hora y media de un intenso show casi sin respiros, pero todavía faltaba más. Los músicos reaparecieron en escena portando la bandera argentina de Kreator confeccionada por el “club de fans” y Petrozza comenzó a flamear su propia bandera: la bandera del odio. “IT’S TIME TO RAISE THE FLAG OF HATE!”, tal fue el desaforado grito que marcó el inicio del tema con el que suelen concluir sus shows: “Flag of Hate” enganchada con “Tormentor”, ambas del álbum debut Endless Pain, cerrando así a pura energía, furia y violencia un memorable recital sin aminorar la marcha ni un segundo. Definitivamente Kreator está en plena vigencia tras treinta años de trayectoria, y en contraste con otras importantes bandas del género, su sonido en el directo refleja fielmente su material de estudio (sino aún más poderoso) y continúan editando grandes discos cuyos temas son tan bien recibidos como aquellos viejos clásicos de los 80. Sin dudas, éste fue uno de los grandes recitales del año. Ahora nos queda esperar que Petrozza cumpla su palabra y no pasen nuevamente cuatro años hasta la próxima visita.
Galería de Fotos:
Cobertura: Sebastian De la Sierra
Fotografías: Pablo Gándara
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