Arkona – Asbury Club (16-10-2015)

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 La tercera visita en cuatro años de los rusos Arkona a la Argentina presagiaba anunciar una nueva fiesta pagana adornada con todo el misticismo de la mitología eslava. Con siete álbumes de estudio y una propuesta muy original, se han convertido en uno de los actos más destacados de la escena pagan/folk europea. Justamente la presentación de su material más reciente titulado Yav, editado en 2014, fue la excusa para emprender una nueva gira que los trajo una vez más a Sudamérica. Luego de haberse presentado en 2012 en el Salón Reduci y en 2013 en el Roxy, en esta ocasión el recinto elegido fue el Asbury de Flores, local más amplio donde diez días atrás ya se habían presentado los fineses Turisas. Una lástima que no hayan podido coincidir las fechas ya que comparten público y podría haber resultado en una mayor asistencia a ambos shows.

Arribé a mi destino alrededor de las 20hs cuando ya había finalizado la presentación de Einher Skald, uno de los mayores referentes del metal vikingo en nuestro país, una escena que va adquiriendo cada vez mayor trascendencia. Luego actuó Betrayer, grupo de zona oeste cuyo sonido oscila entre el thrash y el death melódico. La banda es liderada por la cantante Silvina Harris, una de las frontwoman más reconocidas de la escena gracias a su voz podrida, con las inevitables referencias a Angela Gossow. Presentaron temas de su disco debut Too Loud (2013) como “Retaliation”, “Mothers of the pain” o “March of war”, además de una canción nueva con la particularidad de tener por primera vez letras en español, es el caso de “No renuncies”.

Finalmente cuando el reloj marcaba las 21 horas y 20 minutos comenzaron a sonar los primeros acordes de “Yav” mientras los músicos iban saliendo a escena uno por uno arropados en túnicas marrones. En primer lugar el baterista Andrey Ischenko, el bajista Ruslan “Kniaz”, el encargado de flautas y gaitas Vladimir “Wolf” Reshetnikov, el guitarrista Sergey “Lazar” Atrashkevich y por último la ovacionada la cantante Masha “Scream” Arkhipova. “Yav”, que titula a su último disco, es un tema mid tempo con una gran labor de guitarras atmosféricas y la infalible flauta que otorga el matiz más original a la música del conjunto de Moscú. Continuaron con “Ot serdsa K nebú”, que titula el álbum editado en 2007, liderado por una certera melodía de flauta. El sonido era realmente impecable y la gente enloquecía de furor. Masha, además de destacarse con sus atronadores rugidos y sus frecuentes intervenciones con voz limpia en las secciones más folk, se mostró constantemente activa sobre el escenario, saltando de aquí para allá, con los brazos en alto y el pie en el retorno. “Goi, Rode, Goi!”, otro clásico que da nombre a su aclamado disco de 2009, fue uno de los momentos más intensos de la noche, destacándose la ejecución de Wolf en las gaitas.

La música de Arkona particularmente se destaca por la excelente mistura de géneros y sonidos dentro de una misma canción, capaces de generar diversos climas de forma muy versátil. Así en temas como “Zakliatie” de Slovo (2011) o “Na Strazhe Novikh Let”de Yav (2014) pasamos desde secciones folk dominadas por las melodías que ejecutan las gaitas a otras secciones donde el elemento dominante es la velocidad con claros aires de black metal. También se adentran en caminos más oscuros con “Serbia”, de su último trabajo. Y bajando un poco las revoluciones para hacer hincapié en el sonido más tradicional, sonó uno de sus principales himnos “Slav’sja, Rus’!” cuya melodía coreada hasta el cansancio penetró hasta lo profundo del inconsciente de cada espectador. Luego de retirarse por dos minutos volvieron con uno de los momentos más alto sde la noche de la mano “Pokrovi Nebesnogo Startsa”, la excelente canción apertura de Ot Serdca K Nebu, generalmente reconocido como uno de sus mejores álbumes. Y si hablamos de álbumes clásicos, Goi Rode Goi! tiene todos los laureles, ejemplificados en canciones como “Liki Bessmertnykh Bogov” y “Pamyat”.

En la última parte del show en la que condensaron su material más alegre, más allegado al folk metal en la vena de bandas como Korpiklaani, donde el público sació al máximo sus ganas de saltar, bailar, poguear y corear. “Kupala i Kostroma”, encontrada en Ot Serdsa k Nebu, fue un claro ejemplo de esta interacción entre banda y público, coreando junto a la blonda cantante las contagiosas melodías. Finalmente, dos de sus mayores clásicos como “Stenka na stenku” y “Yarilo” marcaron el cierre del show, tras 75 minutos que se vivieron de forma muy intensa por todos los presentes. Definitivamente el show que brinda Arkona es imprescindible para cualquier seguidor del género. Sobre el escenario se muestran muy potentes y realzan una experiencia que supera a su material de estudio, sobresaliendo el carisma y la actitud de la vocalista. Aunque no es muy frecuente que nos visiten bandas provenientes del país más grande del mundo, la tercera visita de los rusos a nuestro país confirmó una vez más la gran relación que mantienen con el público argentino.

Galería de Fotos:

Cobertura: Sebastián De la Sierra




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