Si alguna vez hubiésemos pensado algo remotamente imposible y bizarro sería que Tarja compartiría escenario con Asspera, así como tratar de reunir a los viejos Guns and Roses, ah no paren eso va a pasar el año que viene. Bueno como todo lo referido a la música es posible, porque no hacer de esta fiesta bizarra un momento épico. Y como no podía ser menos este encuentro se llevó a cabo en el Estadio Malvinas Argentinas, Paternal, junto a bandas invitadas.

La primer banda de la noche fue Abrasantia, a las 20 hs, sin perder ni un segundo arrancaron con todo los rosarinos. A pesar de que al inicio no se entendia nada, ya que todo parecía una bola de ruido el sonido fue mejorando hasta establecerse al final del primer tema. Donde contaron con una cantante invitada Caro, con unos agudos perfectos que iban en sintonía junto a Mariana Brunel quienes en el cierre del show hicieron otro tema juntas pero que en esta ocasión, Caro hacía la voz gutural.

Con su primer disco en mano, lanzado a mitad de este año Abrasantia tuvo un excelente paso por el escenario de Malvinas.

A continuación con una gran intro de una voz en off, humo y luces intermitentes salió a escena Martina Edoff con una actitud y presencia avasallante, sin saber que pensar solo me deje llevar por la música y su gran voz aguda que sonaba en el fondo de mi mente. Con un sonido muy rock and roll, con toques de hard rock y power metal esta mujer que solo hablaba en inglés logró llegar a los oídos y corazones de los argentinos presentes.

Siendo uno de los  momentos esperados de la noche, el clima se empieza a calentar con los cánticos del público “se siente, se siente el rubio presidente”, mientras dos rubios salvajes se partieron la boca en el medio del público, preservativos inflados volaban por doquier.

A las 21.45 hs se apagan las luces y se escucha la célebre frase de maradon “que la sigan chupando”, pegado a eso la intro de “Cada más pelotudos”, empieza un conteo con la voz en off de Richar diciendo “Uhhh la concha de la lora, perdimos el avión ahora qué mierda hacemos” e incentivando al público “si no agitan no salimos”. Llegando al punto máximo donde el primero en salir fue Nicogollo Muñoz para impactarnos con su batería para dar pie a “Viaje al centro de la Verga”.

Para luego cantarle el cumpleaños a Rockardo Asspero que se encontraba festejando su día de la mejor forma, en el escenario con el pueblo assperiano. Tras este impasse la noche continuó con “De lo bueno poco” y ya con la presencia del Dinogarca sigue “Si ya sé”. El agite continuó junto al pogo que nunca paró con “Gorda Puerca”, “Me cago” junto a un excelente solo de bajo del Rubio Salvaje.

Fue tiempo de hacer pogo violento sonando “Partiendo Cabezas”, sumado al pedido de Richar para armar una ronda muy grande y sin lastimarse continúan con la “Poneta”, “Gambeta”, “Ni la pija te queda hermano”, “Patada en los huevos” y con una dedicación a todas las assperianas la balada “Rotopercutor”.

De manera, inesperada sale a escena Susana Asspera gritando “suena horrible” y haciendo frente al guitarrista Julian Barret afirmando ser cantante interpreta “Hermandades de fierro” al estilo Turunen. Y si esto, no fuera poco para el piantón de las lágrimas y la emoción hace a dúo “El perro que todo lo mira”. Quizás uno de los momentos más esperados de la noche.

Llegando al final del show pero no sin antes interpretar “Hijo de Puta”, “Los Piratas” y “Pogo al Corazón”. Quizás algo un poco desagradable es ver como bajaban la bandera de Asspera mientras aún tocaban, pero exceptuando ese pequeño detalle fue un show explosivo como nos tiene acostumbrados la banda.

Velozmente todo se acomoda nuevamente, y siendo las 23.20 hs, comienza a sonar el órgano con nada menos que “The Phantom of the Opera” donde Tarja Turunen llevó a cabo el dueto junto a su bajista, Pit Barret. Los éxitos siguen sonando con “500 Letters” tema perteneciente a su último álbum “Colours in the Dark”. Volviendo a los inicios solista de Tarja junto a “Little Lies”, “Falling Awake” y afirmando que el inicio fue duro y costo pero que nada hubiese sido sin ellos, su público, dando pie a “I walk alone” la finlandesa se mostraba más que agradecida con todos sus seguidores por todo el amor y aprecio que le hacen llegar.

Los minutos fueron avanzando, y la noche seguía su curso con Turunen más que emocionada e impactada por la demostración de afecto de sus fans, quienes embelesados por su voz hicieron todo lo que ella les pedía. Las canciones siguieron sonando “Anteroom of Death”, “Never Enough”, “Damned and Divine”, “Neverlight”, “Until Silence”. Hasta que la cantante presentó su nuevo tema que formará parte de su próxima placa que estará grabando el próximo año “No Bitter End”.

Afirmando ser fanática de las películas de James Bond interpreta el cover de John Barry “Goldfinger”. Culminando la primer parte de la noche con “Ciarán´s Well” y “Deliverance”. Ya adentrándonos a la segunda parte de la noche “Victim of Ritual” comienza a sonar, pero luego pasar al segundo cover de la noche junto a Richar Asspero “Slaying the Dreamer” (Nightwish), quien al retirarse del escenario es despedido con típico grito “Hijo de puta, hijo de puta”. Pasando a “Die Alive” pero el show no podía seguir sin antes volver a cantarle el cumpleaños a Julian Barret con una torta en forma de guitarra. Finalizando esta etapa con “Until my last breath”.

Como todo tiene un final, este no sería menos aunque quizás asombrados por el pedido de Tarja en armar “el pogo más grande del mundo” sin comprender pero obedeciendo el público se abrió para escuchar ese riff inconfundible “Jijiji” (Patricio Rey y los Redonditos de Ricota), explotando ante el éxtasis del rock and roll. Y sin poder creerlo todo culmina con todos los músicos en escena con “Over the hills and far away” cover de Gary Moore.

Ahora cómo describir esto, creo que con el transcurso de mis palabras han notado la verdadera fiesta de la cual hemos sido presentes, uno de esos recitales memorables para toda la vida que no sabemos si se podría repetir, y aunque así lo fuera no sería el mismo. Una noche inolvidable que culminó muy tarde.

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Cobertura: Cynthia Zelarayán
Fotografías: Julian Quinteros