Durante una hora y cuarenta minutos aproximadamente, los oriundos de tierras inglesas nos regalaron, además de otro par de temas de su nuevo álbum; “The Poorest Waltz” y “Like a Perpetual Funeral”, un mini repaso por su extensa discografía, más que nada por su época más pesada y de coqueteo con el Death Metal, dejando algo de lado sus obras más melancólicas y de tenebrosidad en las cuales el violín y los teclados le quitaban el protagonismo a los crudos riffs de las guitarras. Obviamente, no faltaron los clásicos como “My body, a Funeral”, “She is the Dark” y “Bring me Victory”, aunque quedaron afuera del set-list algunos “hits” (si es que se los puede llamar así) aclamados por el público durante todo el show como “For you”.

Impecable la labor de cada integrante, un sonido más que aceptable, y buena onda arriba del escenario, a pesar de que la comunicación con la gente fue la mínima necesaria. Aaron pidió perdón por haber tardado 23 años en visitarnos, y prometió volver el año próximo. El gran cierre fue con “The Forever People”, el tema más pesado de la lista, y con el cual el público, algo tranquilo hasta ese momento, se sacó la timidez y deliró saltando y pogueando con mucho entusiasmo.