El viernes 1 de noviembre era una fecha esperadísima entre los amantes del death metal old school ya que fue el día elegido para el retorno de los legendarios Vibrión a la escena argentina, además del comienzo de su gira por estas tierras. Fueron pioneros del estilo en los 90s haciendo las cosas con gran profesionalismo, con gran proyección internacional y muchísima potencia, sin embargo en el año 98 con la radicación de algunos miembros en Europa la banda acabó disolviéndose dejando un legado enorme a las bandas que le siguieron. Tuvieron una breve vuelta en el 2002 pero que no llegó a mayores, pero su líder Luis Guardamagna no se dio por vencido y decidió intentarlo una vez más por lo que se gestó esta gira de la mano de la reedición de su discografía por parte de Disembodied Recs.

Lamentablemente por motivos laborales no alcancé a asistir a los teloneros que fueron Avernal y devastación, dos grandes bandas de amplia trayectoria y gran calidad. Pasadas las 21hs sonó una pequeña intro y se desató la masacre. Vibrión salió a escena con toda la fuerza, desgarrando oídos de la mano de un sonido excelente. La voz se escuchaba a la perfección sin siquiera un titubeo demostrando que Luis es un cantante de gran calidad y brutalidad. Dieron una repasada por sus temas más clásicos además de algunos de su E.P. Instinct y un cover de Agnostic Front, Toxic Shock, en versión death metal.

Se los vio con mucha energía, muy comunicativos agradeciendo en todo momento a los asistentes al show. El público, aproximadamente unas cien personas, presentaba un amplio rango de edad además de contarse varias caras conocidas que fueron arte de aquella escena de los 90s. Al principio estuvo bastante estático pero sobre la mitad del set empezaron los pogos y los que no participaban no dejaban de mover la cabeza al ritmo de los beat blast.

Uno de los puntos más altos de la noche fue el baterista, realmente una bestia detrás de los parches, cuando Luis lo presentó fue merecidamente aplaudido. Fue un show de una hora y media aproximadamente donde volaron oídos y demostraron que son una banda impresionante que nada tiene que envidiarle a las de afuera. Vibrión volvió para arrasar con todo, este fue el primer ataque y para los que no alcanzaron a contagiarse tendrán su oportunidad el día 17 que tocarán nuevamente en Buenos Aires para grabar un disco en vivo. La plaga está más viva que nunca y atravesó el océano para erradicar todo signo de vida.

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Cobertura: Santiago Ballesteros
Fotografías: Cynthia Zelarayan