Arraigo y Alimaña – Plasma (17-10-2013)

Por segunda vez compartieron escenario Arraigo y Alimaña, dos de los principales exponentes del folk-metal argentino, género que gracias a ellos ha adquirido una personalidad propia, tomando distancia de las temáticas y los sonidos del folklore europeo para fusionar el metal con la música tradicional latinoamericana. Habiéndome perdido el show de Arraigo el jueves 10 en Tecnópolis, recibí gratamente la noticia de una nueva fecha tan solo una semana más tarde, esta vez en Plasma, ubicado a unas cuadras de Plaza Constitución.

Pese a que la cita era a las 21:00hs puntual, Arraigo salió a escena alrededor de las 23hs, cuando ya todas las mesas y sillones del pequeño local se hallaban colmadas, mostrando un ambiente muy tranquilo, muy de jueves. El set, algo más corto que el habitual, comenzó como ya es costumbre con el tema que da inicio a su placa Fronteras y horizontes, “Carnaval de soledades”, seguido de “En el nombre del padre”. Desde un primer momento el sonido fue muy bueno y claro, aspecto que se mantendría a lo largo de la noche. Acto seguido sería el turno de “Vidala para que sigas” y “Zamba para los huérfanos”, dos temas largos que mixturan metal y folklore de un modo superlativo. La banda conformada por Pablo Trangone en voz, bombo legüero, cajón peruano y teclados, Federico Bertoli en guitarra, charantarra y voces, Javier Espeche en bajo, Leandro Ramogida en guitarra y voz, y Federico Prieto en batería y bombo legüero, continuó con “En tiempos de cueca, pañuelos negros”, tema que formará parte de su próximo álbum. A continuación llegó “Nehuén (Fuego del Alma)”, corte de difusión del cuál grabaron un videoclip. Precedida por la crítica de Pablo a la división por el arte entre murgueros y metaleros que comparten las mismas condiciones socioeconómicas, llegó “Cadenas y antifaces”, metal y carnaval: una fusión que, al menos dentro de mis conocimientos, no registraba antecedentes.

Según la lista de temas sobre el escenario ya no quedaban más temas por tocar, sin embargo se quedaron sobre las tablas por quince minutos más para interpretar “Los gritos del sótano”, en la que el cantante bajó del escenario como siempre para la parte recitada, y “Tierra de bueyes”, una polka que integrará el sucesor de Fronteras y horizontes. Finalmente, el tema elegido para despedirse tras una hora de show fue “Te llamo eternidad”, en el que el guitarrista Leandro se encarga de cantar las estrofas. Así, una vez más Arraigo confirmó por qué es una de las mejores bandas de la actualidad, tanto por lo innovador de su propuesta como por su humildad y profundas líricas.

Tras unos minutos de espera llegó el momento de Alimaña, banda oriunda de Santiago del Estero y establecidos en Buenos Aires desde el 2009, quienes salieron a escena con “Infinita ilusión” para realizar un repertorio basado mayoritariamente en su último disco El muro, que deforma la verdad del año 2011 y que contó con invitados de lujo como Claudio “Tano” Marciello en el mencionado tema. Prosiguiendo con “Chipaquero” y “Flor seminal”, brindaron su potente show con un sonido muy personal y distintivo, en el que a la excelente fusión de estilos entre el rock y el metal con una impronta folklórica casi omnipresente, se le suma el gran gancho que tienen las canciones ya que las melodías se quedan fácilmente grabadas. Luego fue el turno de “Tema nuevo” (a no confundir que es viejo ya) y “Excursión”, el cuál fue el primer corte de su última placa.

Tras ello, fue el momento de que Flaco Bustos (voz y guitarras), Omino Bustos (batería), Marcos Barrio (percusión) y Pablo Suárez (bajo) ejecuten “Mensaje de un hechizo”, el primer tema de la noche perteneciente a su álbum debut Llegando al lugar, grabado en el 2007. “Desidia” y “Siglos de rondar” vinieron a continuación, dos de los temas más pesados de su último larga duración. “Guaracha del lugar” del primer disco fue el tema que antecedió al cierre de la noche con “Umaqi Kuntur”, una de las canciones insignia de la banda con su título en quechua al igual que su pegadizo estribillo al grito de “kunan tuta takisunchis”, lo que significa “vamos a cantar esta noche”. De esta forma concluyó un potente y memorable show que gracias a la calidad de sus composiciones y prolijas ejecuciones los hace uno de los actos más interesantes de presenciar en la actualidad.

Siendo ya la 01:00 era el momento de emprender el regreso, habiendo dejado la jornada un saldo abrumadoramente positivo. A pesar de tener un sonido muy distinto, tanto Arraigo como Alimaña comparten esa permanente búsqueda de nuevos sonidos y trascender límites, erigiéndose como los principales representantes de una tendencia que cada vez viene tomando más fuerza: la del folk metal auténticamente argentino. Además al difuminar las barreras entre dos estilos musicales, abren las puertas a muchas personas del ámbito pesado a interesarse en nuestra música tradicional, y quizás también viceversa. Espero con ganas nuevamente otra fecha compartida entre estas grandiosas bandas.

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Cobertura: Sebastian De La Sierra
Fotografías: Pablo Gándara




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