Hablando de leyendas del heavy metal nacional que aún siguen vigentes entre ellas podemos nombrar a Gustavo Rowek. Uno de los bateristas con mas prestigios en el país, (V8, Nativo, Rata Blanca, Ian) quien ha conformado una nueva banda bajo su apellido creando la combinación perfecta entre el clásico heavy metal con lo moderno, mezclando su sabiduría musical junto a Berdichevsky, y a las nuevas generación de músicos pero de basto, amplio y variado conocimiento como Nicolás Vicente, Ezequiel Palleiro y Guillermo Piazzo.
La noche arranca con Mathras, como primera banda soporte, quien a pesar de contar con poco público supo interactuar con los presentes fervorosamente. Podemos destacar que la noche empezaba bien a lo alto con todo el heavy metal tradicional con toques de hard rock, con golpes precisos e impactantes en los parches de la mano de Sergio Marti.
Con un excelente sonido, una prolijidad impecable que incitaba al público presente a corear y agitar. Mathras es una banda que presenta un show bien power de la mano de Martín Carriquiry como cantante que cuenta con una voz formidable, Gustavo Ruben en guitarra y Fernando Barreiro en bajo.
Pasadas las 20 hs. el telón se abre de nuevo con una luz más tenue casi a oscuras con una voz grave y áspera de fondo al estilo sepultura. Powernoise, una banda de San Luis, se presentaba ante un público que para mi parecer, no se esperaba encontrarse ante una banda con tintes death metal haciendo un descenso ante la expectativa. Arrancando con temas como “Renegado”, “Inconveniente” donde tratan temas actuales de la sociedad expresándolos con firmeza, una bronca profunda y violenta. Es una banda que presenta
ocho años de carrera con varios demos en su camino, que espera presentar dentro de tres meses su primer álbum. Lo que comprende la parte instrumental es perfecta, con melodías muy movidas con Robi en guitarra, Darío Ruiz en bajo y Tute Moran en batería, Van der Pablo bajo la voz gutural y fuerte.
La gente se empieza a aproximar al vallado para presenciar a Eden de Crystal una banda de Hard Rock comenzando con “Estancado” y “Rey Muerto”. Desafortunadamente el sonido decae no siendo el más óptimo, dejando la voz muy baja. Presentaron un tema nuevo llamado “Siendo honesto” pero a pesar, de toda la actitud de su cantante (Jonatan) no ejecuta su voz afinadamente, siendo muy clásica del rock nacional pero que le falta potencia para efectuar los agudos. También los coros aportado por el guitarrista (Sebastian) son poco claros haciendo que toda la voz se apelmace mucho más.
Todo se reduce al momento esperado el telón se abre por última vez, y la pantalla de LED de fondo de The Roxy Live empieza a hacer un conteo hasta llegar a cero mostrando una imagen de explosión. Aproximándose Gustavo Rowek a batería, Sergio Berdichevsky con guitarra en mano, Ezequiel Palleiro con su bajo, Guillermo Piazzo con su guitarra en mano y al finalmente, Nicolás Vicente sale corriendo para comenzar con “Escapar de la razón”. La euforia se mantiene en alto con el dúo de guitarras bien fuertes para continuar con “Mentiroso”, donde queda demostrado la combinación perfecta que forman Berdichevsky & Piazzo en guitarras y Palleiro con su machaque constante en bajo.
Rowek no pensaba darnos descanso por eso empieza con sus golpes precisos y fuertes a los parches y platillos en “El banquete” otro de sus temas de su álbum debut Grita.
Ya dejando de lado Grita, Vicente nos presenta un clásico de V8 “A través de los tiempos” y “Fuera” de Nativo con su constante headbanging y su prominente voz, de agudos impecables y puntuales sin desafinar ni en una sola oportunidad. Siendo un frontman excelente que no titubea en ningún momento al enfrentar a un público con historia musical, siendo un gran complemento de esta increíble banda.
Pasarían unos temas mas de Grita para dar paso a su primer invitado de la noche, Guillermo Sánchez, bajista de Rata Blanca, e interpretar claramente “Ángeles de Acero” y “Cuarto poder” de Rata Blanca.
Rowek se pone nuevamente de pie para interactuar con su público diciendo “están medios mariconcitos” alentados para un mayor fervor y dar pie, a la presentación de su segundo invitado Matías Munighini, guitarrista de Mastifal, para avasallar con todo el heavy metal clásico con nada menos que “Torturador” y “Siervos del Mal” de V8.
La noche iría llegando a su fin ante un público muy variado de todas las edades que no paro de agitar, y culminaría como broche de oro con “Destrucción” de V8 unido instantáneamente a “Grita”.
Galería de Fotos:
Cobertura y Fotografías: Cynthia Zelarayán
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