Dentro de la incesante avalancha de visitas, lo doble jornada que se realizó en el Teatro Flores los días 11 y 12 de mayo, constituyó una cita ineludible para todos los amantes del Thrash Metal. Anthrax y Testament, dos de los máximos exponentes del estilo, se hicieron presentes nuevamente en nuestro país para desplegar todo su poderío.
Así como el año 2011 quedó en la historia por ser el año del Power Metal tras las descargas de algunas de las bandas más emblemáticas del género como por ejemplo Helloween, Blind Guardian, Grave Digger o Angra entre otras, puede suceder lo mismo respecto al Thrash en este 2013, ya que de confirmarse la visita de Metallica, estaremos recibiendo en el lapso de doce meses no solo a las bandas que integran el ‘Big Four’, sino también, a dos eternos candidatos a ser considerados como el quinto grande, me refiero a Testament y Kreator’.
Haciendo hincapié en la primera de las dos fechas, la realizada el día sábado, fueron dos las bandas nacionales encargadas de ir precalentando el ambiente, entreteniendo a los pocos asistentes que se encontraban hasta ese momento en el Teatro. La primera en salir a tocar fue Mojón, cuya performance no pude visualizar por una cuestión de horarios. En segundo término salió a escena la gente de Blindado, quienes arrancaron su show con los temas «Sobreviviré» e «Invasión Toxica» de su disco «Distorsión»(2007). La banda conformada por Adrián (voz), Charly (Guitarra), Jorge ex Hellion (bajo) y Juanjo (Batería) continuó su descarga con la interpretación de «No confiaras en nadie» e «Indios», para cerrar su corto pero potente set, entonardo «No nos vencerán»y «Distorsión».
A las 20:15 hs, un rato antes de lo pautado, llegó el turno de Testament, lo que atentó contra buena parte del público que todavía estaba ingresando o en vísperas de hacerlo.
Una de las principales incógnitas era saber como respondería el sonido en esta ocasión, ya que nos quedó cierto gustito amargo en su anterior visita, donde si bien dieron un show muy potente, el sonido no los acompaño, atentando contra el balance final de un concierto que fue correcto, pero distó de ser inolvidable. Tras un arranque prometedor, con un sonido que pareció estar acorde y el doble bombo de Gene Hoglan atronando sin piedad contra nuestra humanidad, a poco de iniciado el segundo tema ‘More Than Meets The Eye’, llegó el bochorno. Ni acoples, ni bola de ruido, ni sonido elevado o bajo, directamente, ¡chau sonido! La banda siguió tocando hasta terminar el tema, pero lo único que se escuchaba era al público que les hizo la segunda, hasta pasar el mal trago. Solucionado el inconveniente, la banda regresó a escena, pero el sonido no terminó de acomodarse en toda la noche. La guitarra de Peterson apenas si se escuchaba, contrastando con el excesivo volumen de la guitarra de Alex Skolnick, quien se las arregló de todas formas, para desplegar todo su talento.
Si bien toparse nuevamente con inconvenientes sonoros generó cierto fastidio, no impidió que disfrutemos de joyas del calibre de ‘Into The Pit’, ‘Over The Wall’o ‘Practice What Your Preach’. Mi disco favorito de Testament es ‘The Gathering’, y escuchar de corrido dos maravillas como ‘D.N.R (Do Not Resuscitate)’ y ‘3 Days In Darkness’ logró dibujarme una sonrisa, equilibrando la balanza entre el debe y el haber.
El cierre del show, llegó de la mano del tema que da título a su penúltima obra ‘ The Formation Of Damnation’.
Una sensación agridulce volvió a quedar flotando en el aire tras una nueva visita de Testament (según comentarios de algunos de los presentes, el Domingo se repitieron los inconvenientes en el sonido). Esperemos que en una próxima oportunidad logren volarnos definitivamente la cabeza en vivo, ya que cuentan con material de sobra para brindar un show inolvidable, y no me refiero solamente a sus obras más legendarias, sino que basta con pegarle una oída a su últimos dos trabajos, especialmente el descomunal ‘Dark Roots Of The Earth’
Que se adelantara el comienzo del show de Testament, pareció un indicador de que se trataba de una medida para permitir el inicio a horario del show de Ánthrax, situación que habrá quedado solo en las intenciones, ya que la espera se prolongó por demás, lo que incremento mi ansiedad por ver por primera vez en vivo a una de las bandas pilares del Thrash, ya que por distintos motivos, no pude presenciar sus conciertos anteriores, ¡pero vaya si valió la pena la espera! Tras más de dos décadas de recitales sobre el lomo, Anthrax era una de mis deudas pendientes, y fue saldada con creces, brindando un show de antología.
El arranque de la mano de una trilogía asesina compuesta por ‘Among The Living’, ‘Caught In A Mosh’ y ‘I’am The Law’ dejó extasiados a los presentes, un inicio inmejorable para dejar en alto las pulsaciones, quedando bien en claro que no sería una noche más de metal. A diferencia de lo sucedido con Testament, el sonido resultó el adecuado para apuntalar la catarata de clásicos desgranados sobre las tablas, los cuales se fueron sucediendo casi sin respiro.
El momento más emotivo de la noche, llegó cuando dos telones desplegados a cada uno de los costados de la batería, dejaron ver las imágenes de Ronnie James Dio y Dimebag Darrel, sirviendo de marco para interpretar ‘In The End’, perteneciente al celebrado ‘Workship Músic’.
Los neoyorquinos editaron recientemente un EP de Covers titulado ‘Anthems’, y el tema elegido para referenciarlo, fue nada más ni nada menos que T.N.T de AC/DC, banda favorita del inefable Scott Ian, según sus propias palabras, desatando una verdadera fiesta. No menos intenso fue el momento en el que tocaron ‘Indians’, una de sus máximas gemas, desplegando todo su arsenal de recursos, con el respetable sumergido en un pogo demencial.
Quien merece un párrafo aparte, es Joe Belladona. Los años parecen no hacer mella en su caudal vocal, llegando sin despeinarse a las notas más álgidas, redondeando una de las performances vocales más sobresalientes ofrecidas en los últimos tiempos en nuestro país. A todas sus virtudes como vocalista, hay que sumarles sus dotes de showman, interactuando constantemente con el público, emanando una buena onda increíble. Si bien son conocidos los problemas en las filas de Ánthrax en los últimos años, arriba del escenario se divierten, y esa energía positiva, logra contagiar al respetable.
Siguiendo con el concierto, cabe destacar la interpretación de la arrolladora ‘Medusa’perteneciente al álbum ‘Spreading the Disease’ o la imponente ‘Fight ´Em Til You Can´t’, elegida para cerrar el show.
Para el momento de los bises, fue estremecedor escuchar los primeros acordes de ‘Raining Blood’ de Slayer como homenaje al recientemente desaparecido Jeff Hanneman, y para terminar de redondear un show inolvidable, ‘Madhouse’ convirtió el recinto en un auténtico manicomio, y ‘Antisocial’, cover de Trust, se llevó consigo la poca energía que quedaba en los maltrechos cuerpos de los presentes, tras disfrutar de una noche mágica.
Al margen de los problemas en el show de Testament, el balance de la velada no deja de ser altamente satisfactorio, gracias a una actuación para el recuerdo de Anthrax, quienes refrendaron sobre las tablas, porque forman parte de la elite del Thrash Metal.
Galería de Fotos:
Cobertura: Hernan Franco
Fotografías: Pablo Gándara
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