Maquinaria Festival – GEBA (08-11-2012)

MaquinariaFlyerEl Maquinaria Festival pisó suelo argentino por primera vez en un año donde se expandió a nuestro país además de Paraguay y México, ya que en Chile apareció allá por 2010. En un principio estaba programado a realizarse en el Estadio Malvinas Argentinas pero por cuestiones de capacidad se pasó para GEBA. El día comenzaba desde muy temprano, cerca del mediodía, y se extendía hasta pasada la medianoche. Por razones geográficas y por un decadente servicio de transporte público, llegué cuando Cavalera Conspiracy estaba tocando su séptimo tema, algo que lamenté mucho porque sin dudas era la banda que más quería ver de las que se presentaban por primera vez en el país. En ese momento estaba sonando “Killing Inside” y ya habían pasado temas como “Torture”, “Refuse/Resist” y “Territory” entre otros. El calor era agobiante, no sé cuál sería el valor real pero al menos 35º era la temperatura en ese momento con un sol que te pegaba de lleno en la cara. Me pareció una vergüenza, sin importar si estaba a cargo de la organización o del lugar, que vendieran el vaso de gaseosa a $25 y la botella de agua a $30. Era inevitable que la gente compre debido al intenso calor, pero al menos una mínima intención de respeto hacia la gente y cobrar la bebida a un precio razonable, al menos $20 como en los demás conciertos, precio que igual me parece una locura. Otro punto a criticar fue la seguridad de la puerta y la gente de prevención de las vallas, que sin motivo alguno le pegaba a la gente al momento de sacarlos. Lo peor, es que se los llevaban de mala manera y hasta hubo uno que se hacía el guapo, invitando a pelear al pibe que había sacado. Lamentable.

Los Cavalera siguieron con dos covers más de Sepultura (“Attitude” y “Arise/Dead Embryonic Cells”) para pasar a “Black Ark” donde se hicieron presentes Igor Jr. y Richie Cavalera en el escenario para cantar dicho tema y luego la banda cerró con otro cover la de S: “Roots Bloody Roots”. Lo poco que pude ver fue buenísimo, un sonido bastante bueno y bastante gente a pesar de que era muy temprano. Aplausos de pie para Igor que la rompió (casi literalmente) a la batería y para Max que tiene una onda en el escenario tremenda. Finalizado el show, mucha gente se corrió al segundo tablado para ver la banda siguiente, mientras que en el que tocó CC todo se empezaba a cambiar para más tarde se presente Mastodon. El lugar contaba con dos escenarios gigantes ubicados frente a la platea, que por cierto estaba vacía, y una especie de corralito VIP que era auspiciado por Playboy. Quienes adquirieron ese tipo de entrada tenían acceso a la carpa Playboy donde tenían acceso a barra libre, comida y meet & greet con las conejitas. Ese corralito estaba ubicado atrás de todo, casi contra la platea y elevado poco más de un metro. Personalmente creo que por el precio de ticket, no lo valía.

Cinco o diez minutos pasaron del show de Cavalera Conspiracy para que salga a tocar en el escenario número uno Stone Sour, banda que es liderada por Corey Taylor (cantante de Slipknot) y que además está compuesto por James Root, guitarrista también de Slipknot. Iniciaron su show con “Gone Sovereign”, tema que abre su último disco House Of Gold & Bones, Pt. 1 y que el año entrante tendrá su parte número dos. La gente estaba fervorosa ante el debut de la banda en el país, que continuaba su show con “Absolute Zero” y “A Rumor Of Skin” más un mechado de temas de sus cuatro discos de estudio. El sonido fue muy bueno y Taylor le puso mucha onda a la calurosa tarde porteña, gritando, saltando, corriendo y hasta hablando algunas cosas en español. James Root y Josh Rand también tuvieron su participación con la gente cuando comenzaron a tocar el tema de La Pantera Rosa con sus guitarras. Hubo lugar para un cover de Alice In Chains, aunque sólo fue la primera parte y el estribillo de “Nutshell”, que dio paso a los temas finales “Brother”, “Through Glass” y “30/30-150”, primer tema de su disco Come What(ever) May (2006).

Mientras seguía llegando gente a GEBA en el escenario dos estaba todo listo para que Mastodon diera su show ante el público argento. El sol se empezaba a ocultarse y el calor a ceder mientras que “Black Tongue” daba inicio al show de la banda estadounidense que era observada por mucha gente, mientras que los pogos y los mosh rondaban por el lugar. Terrible la performance de los guitarristas Bill Kelliher y Brent Hinds, demostrando el por qué Mastodon suena como suena. El cuarteto seguía con sus temas «Hand Of Stone”, “Cristal Skull” y “Dry Bone Valley” y en el ambiente ya se percibía la adrenalina de los shows de Manson y Slayer, aunque también los locales Malón daban su cuota de energía. Pero para eso faltaba que Mastodon toque sus últimos temas, los cuales fueron “Blood And Thunder” y “The Sparrow”.

Ahora si era el turno de la banda local Malón en el escenario uno, que luego de su intro clásica comenzaron la noche con “Malón mestizo” y siguieron con “Culto siniestro”. Desafortunadamente el sonido no fue bueno, el bajo a veces no se escuchaba, la guitarra sonaba de un solo lado y O’connor no tuvo su mejor día en la voz. Así y todo la gente aplaudió y cantó a morir todos los temas, como reconocimiento a la banda por integrar un festival de tal magnitud. Los temas iban pasando y luego de “Hipotecado”, el cuarteto se despachó con el primer tema de Hermética de la noche. “Traición” fue la primera vez que la banda lo hacía en vivo, y aunque hubo varios pifies, fue agradable poder haber escuchado en vivo semejante canción. Luego sonó “Síntoma de la infección”, tema que abre el DVD próximamente a salir, “Espíritu combativo” y “30.000 plegarias”, añadiendo al final del tema una parte de la versión acústica del mismo. Si bien el termómetro había bajados algunos números, Malón se encargó de llevarlo al tope de nuevo con “Grito de Pilagá” y “Gatillo fácil”, cerrando su participación con “Tu eres su seguridad” (con intro de Masa Anestesiada y previos amagues del “Tano”) y el infaltable e inigualable “Soy de la esquina”.

Mientras se hacían los preparativos para Slayer, en el escenario dos estaba todo listo para que Marilyn Manson saliera a escena. Empezaron a sonar los primeros acordes de “Hey, Cruel World” para que el enorme telón que cubría el escenario se desplome y aparezca Manson con una careta de piel que le cubría el rostro. Debo reconocer que no es un grupo ni mucho menos un cantante que me llame la atención, así que aproveché el momento para estirar los pies, refrescarme e ir al baño. El oriundo de Ohio seguía con su micrófono en forma de cuchillo para poner su voz a “No Reflection”, “The Dope Show” entre otros que fueron pasando antes de que interprete dos covers. En primer lugar “Personal Jesus” de Depeche Mode y seguido “Sweet Dreams (Are Made Of This)” de Eurythmics, siendo la antesala al final de su show con “King Kill 33º”, “Antichrist Superstar” y “The Beatiful People”.

Ahora si estaba todo listo para el plato fuerte de la noche, y Slayer salió a escena con esa imagen imponente que siempre da, arrancando su set con “World Painted Blood” para la lujuria y el júbilo de los miles de fanáticos que estaban apretujados contra la valla para presenciar una altísima dosis de thrash metal como ellos saben hacer. Seguido de “Discipline”, el chileno Tom Araya puso su grito por los aires para presentar “War Ensemble” y lograr que la gente se rompa los huesos en un pogo infernal y vibrante, haciendo que el calor invada nuevamente toda la zona de Palermo. Araya, quien fue clamado al grito de “chileno chileno”, saludó a toda la gente diciendo en español “les quiero dar las gracias por venir esta noche”, saludo que generó estallido entre la gente y dio lugar a “Die By The Sword” seguido de “Chemical Warfare”. El comienzo se había demorado unos quince minutos, así que la banda tuvo que apretar el acelerador (como si les costara hacerlo) para terminar en lo posible a horario. Es por eso que casi sin parar un segundo comenzaron a pasar los temas uno tras otro, sin dar respiro a la gente que pogueaba y mosheaba al ritmo de “Hate Worldwide” y el tremendo “Mandatory Suicide” luego de que Araya lo presentara, al igual que el año anterior, como un tema que habla de la libertad.

El cansancio se notaba en los alrededores, menos en un punto concentrado donde los fanáticos seguían dejando todo ante temas como “Seasons In The Abyss”, “Hell Awaits”, y ni hablar de cuando aparecieron “Post-Mortem”, “Snuff” y el siempre aclamado “Angel of death”. Quedaba poco para una noche única, tal vez la primera de semejante altura para la mayoría de los presentes a tal festival. Y qué mejor que uno de los exponentes del thrash mundial sea el encargado de cerrar el debut del acontecimiento en nuestro país. Y para tal fin, Slayer tenía preparado un encore de cuatro temas compuestos por “South Of Heaven”, “Silent Scream”, “Dead Skin Mask” y el siempre infaltable “Raining Blood”. Quince minutos más tarde del horario pautado, Slayer cerró la primera versión de un festival que hacía falta en nuestro país. Tal vez no se asemeje a los que se realizaban hace veinte años atrás, pero sin dudas que haber podido presenciar este espectáculo fue algo que quedará para siempre en la memoria de todos los que fueron.

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Cobertura: Nicolas Lopez
Fotografías: Pablo Gándara




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