Luego de su primera visita hace tres años, Amon Amarth pisó nuevamente suelo nacional con la excusa de presentar “Surtur Rising”, su más reciente disco. Como aquella vez en 2009, The End fue el lugar donde los suecos se hicieron presentes para dar un show de calidad. En general había muchas expectativas ya que en su primera visita expusieron su death metal furioso y penetrante, por lo que se esperaba lo mismo para esta ocasión y sinceramente no defraudaron.
Zoofilia fue la banda encargada de abrir la noche y entregó una buena cantidad de thrash, repasando su discografía y a su vez presentando su último trabajo “Reziclaje”. Los muchachos cuentan con una vasta trayectoria y la hacen notar arriba del escenario. Sus temas fueron aceptados por la gente que se vio casi forzada a poguear y “headbangear” ante semejantes riffs.
Luego seguía la gente de “Draconis” con su death melódico santacruceño (son de Río Gallegos). Presentando “The beginning of the end”, el cuarteto dio un show limpio e impecable, demostrando por que vienen pidiendo pista desde hace unos años dentro de lo que es el death nacional y concluyendo su show con un cover de “Hipocrisy”.
Por último, los platenses de “Tenebrio” subieron al escenario para darle paso a los suecos de Amon Amarth. Sus matices rozaban el death con algo un poco más extremo, lo que llevaba a unos cambios drásticos pero muy bien logrados.
Amon Amarth apareció por uno de los pasillos superiores laterales (parece un juego de palabras, pero realmente es eso, un pasillo superior lateral) y la gente estalló en aplausos para recibirlos. Una intro de fondo mientras los músicos saludaban al público hasta que “War of the Gods” marcó el inicio del show. El primer tema de su último disco fue el que dio pie a que la gente se fusionara en una mezcla de pogos y cantos con toda furia, como para terminar de redondear el marco de lo que sería una noche de metal brutal. A continuación “Runes to my memory” desprendía más de ese death metal sueco acompañado por sus músicos haciendo el headbanging conocido como el “helicóptero”, revoleando sus cabelleras en forma circular. Ahora era turno de saludar formalmente al público argentino, que se presentó en mayor cantidad que la vez pasada y eso se hizo notar en los rostros de los músicos.
No sé si tanto como el universo, pero si estaban destruyendo el barrio de Flores cuando “Destroyer of the Universe” (tema que además posee video) sonaba en The End. Tal es así que uno de los palillos del batero quedó literalmente partido al medio. Por medio de “Live without regrets” y “Thousand years of oppression” la banda se iba adueñando cada vez más del lugar y de la gente que seguía con su apoyo inconmensurable. “The pursuit of vikings” seguía en la lista para darle paso a “For victory or death” (otro tema de su último disco) y a “The hero”, del disco antecesor a “Surtur Rising”.
Casi la mitad del show había transcurrido cuando “Valhall awaits me” sonaba. La energía de la banda y de la gente estaba esparcida por todos lados, era un show de death metal con todas las letras. Y aún faltaba más, así que había que tener un poco de reservas para lo que se venía.
Una bandera sueca cayó sobre el escenario y Johan la levantó al mismo tiempo que mostraba la parte de atrás de la batería donde había una bandera argentina y debajo una imagen de Surt (o Surtur), que es el dios del fuego (de allí su espada cubierta en llamas) y quien peleará en la batalla del fin del mundo conocida como Ragnarök.
”Slaves of fear”, cuarto tema del último disco daba paso a una seguidilla letal y demoledora de clásicos. El primero en aparecer fue “The fate of norns” del disco que lleva su mismo nombre y que salió en 2004. Después le siguió “Bleed for ancient Gods” del disco The avenger (1999) y por último “Under the northern star” de With Oden on our side (2006). Esto como primera parte porque faltaba “Free will sacrifice” de Twilight of the Thunder God (2008), “Cry of the black birds” de (nuevamente) With Oden on our side y “Death in fire” de Versus the World (2002). Para terminar con la seguidilla y antes de pasar al Encore, los nórdicos se despacharon con “Victorious March” de Once sent from thegGolden hall (1998).
Ya quedaba poco para el fin de la segunda y nuevamente exitosa presentación de la banda en nuestro país. Sin dejar de agradecer a todos los presentes, la banda dejó el escenario por un momento mientras que de fondo se escuchaban truenos que darían lugar a “Twilight of the Thunder God” para el descontrol total de la gente que no paró ni un segundo. Por último, y ahora sí para despedirse definitivamente, “Guardians of Asgaard” despedía a la banda y a la Argentina luego de un show completo resultado de buenas canciones, buen sonido y un público acoplado a lo que ofrece la banda. Así pasó Amon Amarth nuevamente por nuestro país, dando un show exquisito pero a la vez con un sabor amargo, ya que habrá que esperar un buen tiempo para volver a disfrutar esa cátedra de death metal.
Galería de Fotos:
Cobertura: Pablo Gándara
Fotografias: Gaston Caticha de Caticha Music Press
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