
A semanas de haber presenciado la demoledora e inigualable actuación de uno de los máximos exponentes del black metal, Immortal, el 5 de noviembre hubiera podido ocurrir un hecho de similares características; Satyricon, la banda que nos dió el himno blackmetalero «Mother North» y muchos otros clásicos se presentó en El Teatro de Flores. Desgraciadamente, mucho dista aquel Satyricon del actual.
Dieron un show limpio y contundente, repasando todas las etapas de su carrera, aunque de un «black metal» muy modernizado y comercial. Los clásicos no sonaron como deberían.
Técnica y objetivamente, el sonido estuvo de diez puntos, y los músicos en el escenario tambien. Satyr se encargó en todo momento de dialogar y de alentar al público al coro y el canto, y de resaltar que eramos los mejores, claro. Aunque su persona actual esta mas para un show de música pop que de uno de black metal. Frost, por su parte, se encargó de destrozar la batería haciendo honor a su fama como uno de los mejores bateros del black metal.
La concurrencia fue bastante pobre (El Teatro nunca estuvo siquiera a la mitad de su capacidad), y recién cuando hubieron acabado las bandas soportes se atrevieron a ingresar la mayor parte de los presentes, quienes, por cierto, durante el show de Satyricon se comportaron de muy buena manera. Coros, tarareos, aplausos y algo de pogo.
Respecto a las bandas soporte, lo mejor de la noche lo dió la última en salir, «Hijo de la Aurora», haciendo un black metal en la vena de Dissection, bastante prolijo y veloz. Alma Matter, la banda que se inició como un proyecto de un único miembro para terminar como una de formación completa, dió un show interesante, me gustó. Eitsznech son un aborto leproso de Mayhem (crítica positiva), un desastre con mucho por mejorar (crítica negativa). El show lo abrió la banda Divine 666, black metal melódico con algunos toques estéticos interesantes y un sonido que no los acompaño en esa tarde/noche.
En fin, Satyricon se presentó con sus 20 años de vida por primera vez en la Argentina y por lo visto dejó satisfecho a una buena camada de metaleros. No fué mi caso.
Cobertura: Fabián
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