Show raro si los hay. Megadeth volvió al país luego de que en 2010 pasó por el Luna Park a presentar el aniversario del Rust In Peace. Aquel 28 de Abril la banda del colorado hizo sólo una fecha y se despachó con 18 temas: todos los del RIP, junto con los clásicos y temas de lo que era su último disco en aquel entonces (estamos hablando de Endgame).
Para este año estaban programadas dos fechas en el Estadio Cubierto Malvinas Argentinas, el 9 y 10 de Noviembre respectivamente. Las expectativas eran altas por diferentes factores: en primer lugar Megadeth siempre las genera, debido al cariño que hay mutuamente entre Mustaine y los fans argentinos. En segundo lugar, una banda de la talla de Megadeth provoca esperanzas de un show demoledor, y por último su presentación en suelo nacional daba como inicio al tour mundial presentando TH1RT3EN luego de la operación que sufrió Dave producto de una estenosis espinal.
Para calmar las ansias generadas en cualquier show antes de que salga la banda de cabecera, estaba programado un show de Serpentor y de Malón (primera aparición en vivo luego de una década de separación).
Serpentor subía a las tablas para dar inicio su repertorio de 4 temas con «Militares criminales», seguido de «Controlando la Nación». La banda suena muy bien en vivo, en un thrash de calidad que se adecuaba perfectamente a lo que vendría después. El tercer tema fue «Mirar sin ver» y por ultimo cerraron con «Serpientes».
Ahora le tocaba el turno a Malón, que hacía su presentación “oficial” luego de una década de separación. Oficial entre comillas, porque los miembros se invitaban unos a otros a sus conciertos para tocar juntos pero nunca estuvieron los 4 miembros juntos salvo en la aparición que hicieron en un programa de radio hace poco, pero nunca tocaron en vivo para la gente. Así y todo, la presentación oficial (esta vez sin comillas) está pactada para el 18 de Diciembre del corriente año. Antes de comenzar la gente empezó a corear el nombre de la banda hasta que subieron a escena y empezaron con «Malón mestizo», el cual fue coreado por casi todos los que estaban adentro del estadio. Siguieron con «Gatillo fácil» y «Castigador por herencia», para terminar con un tema de Hermética. Luego de corear “baila la hinchada baila, baila de corazón…” junto a la banda tocando la melodía como en el disco Resistencia viva, los Malón hicieron la introducción de «Masa anestesiada» para cerrar con «Tu eres su seguridad». No podrían haber elegido mejor tema, era perfecto para cerrar su repertorio y dejar una gran incógnita para el 18. Mucho pogo y mucho canto había en la “vuelta” (otra vez entre comillas) de Malón, que se reflejaba en los rostros de los músicos, especialmente en el del Tano Romano.
Los asistentes se empezaron a mostrar en el escenario para hacer los ajustes correspondientes, mientras un campo casi al 100% reclamaba por la sinfónica con diversos cantos. Varias pruebas de las luces amagaban con el inicio del show, hasta que a las 21:15 se apagaron del todo para que Shawn empiece con la introducción de «Trust». El primer tema del disco Cryptic Writings daba comienzo a una nueva presentación de Megadeth en el país, con un sonido regular y con la voz de Mustaine perdida por los aires de a ratos. Por parte de la gente nada cambió, aliento incondicional en cada riff, en cada estrofa y sobre todo en los estribillos.
Un telón con el nombre de la banda, más algunas calaveras y signos de radiactividad era la escenografía necesaria para el show. «In my darkest hour» seguía en la corta lista, para continuar con «Hangar» 18 del muy buen disco Rust In Peace. Por parte del público nadie cedía nada y todos hacían el aguante como siempre, mientras que por lado de la banda se veían rostros de satisfacción y a un Mustaine un poco más “serio” que otras veces, sin charla mediante y sólo dedicándose a tocar. Un clásico se hacía presente, «Wake up dead» sonaba con una mínima mejora en el sonido, que también variaba dependiendo de la ubicación del espectador.
«A tout le monde» y «She-Wolf» seguían en la lista para dar paso a un tema de su último disco. Luego de que Mustaine anunciara que era la “primera vez que vamos a tocar este tema en vivo”, «Whose life» (Is It Anyways?) sonaba con otra vez problemas de sonido y con Dave olvidándose la letra. Para seguir con su último disco, tocaron «Public Enemy Nº 1» que estrenó video en estos días y dio lugar a Head Crusher (de Endgame). Había transcurrido ¾ de concierto cuando «Sweating Bullets», del disco Countdown to extinction, levantaba un poco a la gente. El público se notaba conforme, no paraba de cantar ni de poguear, pero había decaído un poco el fervor debido a que el disco salió hace muy poco y muchos aun no sabían las letras o no le tenían las “mañas” que tiene cada tema.
Y si hacía falta levantar a la gente, que mejor que «Symphony of destruction» para hacerlo. Tal vez sea un himno a nivel mundial, pero los argentinos lo sentimos casi como propio gracias al cantito “Megadeth, aguante Megadeth” que se originó acá y ahora es cantado en cualquier parte del mundo. Lamentablemente se palpitaba el fin del show, porque «SOD» siempre es uno de los últimos en ser tocados. Esto se confirmó cuando luego de que el bajo de Ellefson anunciara que «Peace sells» seguía en la lista de temas. Para terminar, un tema que no podía ni podrá faltar jamás. «Holy Wars…the punishment due» cerraba una nueva y corta presentación de Megadeth en Argentina, en la que fueron 70 minutos de puro thrash metal ante unos 5.000 fans. Para despedirse, Mustaine reunió a los suyos y saludaron en conjunto para luego regalar púas, palillos y hasta las muñequeras. Por último, Dave expresó su deseo de “verlos en el concierto de mañana por la noche” y re retiró con su clásico You’ve been great…and we’ve been Megadeth, good night!
La masa metalera salía del lugar con caras diferentes que mezclaban satisfacción, con decepción y más. Mucha gente reprobó de manera contundente el show de este miércoles, por los problemas de sonido, la frialdad de Mustaine y la corta duración del show a un precio de ticket muy alto. Vale recordar que: el sonido no es culpa de él, sino del sonidista que nunca encontró el punto justo. Además está recuperándose de la cirugía, por lo que no puede abusar de su cuerpo y por ende los shows no pueden ser muy largos. Tampoco hay que menospreciar, fue media hora menos que un show convencional, porque la banda no toca 3 horas y acá hizo solamente 1.
El concierto fue bueno, tal vez el más flojo de los últimos que dió, pero así y todo falto mucho para ser un concierto regular o malo. Por mi parte, prefiero que haya venido a tocar 70 minutos y no que haya cancelado después de esperarlos 1 año para la confirmación de la fecha y 4 meses más con entrada en la mano.
Galería de Fotos:
Cobertura: Nicolás Lopez
Fotografías: Victor Guagnini
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