Muchos ya sabían de antemano como iba a ser la segunda noche de la sinfónica del colorado, ya sea por algún comentario de alguien que  haya ido el día anterior o por que asistieron a la primer fecha también. Para calentar motores tendríamos dos bandas nacionales que harían que la espera sea más corta. La primera de ellas es un referente del thrash que viene luchando hace años y tenía más que merecido estar ahí esa noche, estamos hablando de Serpentor.

Dentro de lo que fue su Set Lista, pasaron temas como «Serpientes» y «controlando la nación» entre otros que hicieron que el publico cante y poguee. Se los veía muy contentos y emocionados arriba del escenario. el sonido se mantuvo estable durante el lapso en que la banda estuvo en el escenario. Las violas machacando, la bata sonando a ametralladora acompañada por el terrible golpe del bajo y ni hablar la voz del Temo poniéndole color a todos los temas.

Dado por finalizado en show de los muchachos del oeste llegaría quizás una de las más esperadas «sorpresas» por así decirlo. Llevan muchos años sin tocar ante tanta gente y la ansiedad se siente en el aire. Malon como no podía ser de otra forma tuvo que salir a partir cráneos desde el primer tema, «Malon Mestizo» hizo saltar a todos (o la gran mayoría) para continuar con un clásico de clásicos de nuestro metal argentino; «Gatillo Fácil» fue la gota que rebalsó el vaso, la gente estaba eufórica e imparable. a los mismo Malon se los veía esplendidos. Como no podía ser de otra manera y para recordarle a los más grandes la época de los 90 y a los más chicos hacerla revivir sonaba la intro de «Masa anestesiada» y todo el público con el ya conocido grito de guerra: «ie ie ie ie ia» para detenerse en un momento y empezar con «Tu eres su seguridad» y hacer cantar, saltar y emocionar a todo el estadio.

Ahora sí, lo que todos esperábamos está por venir, se apagan las luces y se siente la intro de uno de los más grandes clásicos de la banda, proveniente del disco «Cryptic Writings» cuyo tema habla de a confianza, «Trust» era ese tema para hacer saltar a todo, absolutamente todo el estadio y destapar todas las voces. Le seguía «In My Darkest Hour» otra canción del colo donde reprocha cosas (bien reprochadas, por supuesto). Es la segunda visita de la banda con el gran Dave Eleffson de nuevo haciéndose cargo de las 4 cuerdas. El sonido hablando en lo que son los instrumentos fue muy bueno, lo que si hubo altibajos en la voz de Mustaine, a medida que iba pasando el show esto se iba arreglando pero nunca llego a sonar al 100%.

Pasaron clásicos infaltables como «Wake up dead», «Hangar 18″,»A tout le monde» y de lo que es el ultimo larga duración solo fueron dos: «Whose Life (Is It Anyways?)» y «Public Enemy No. 1». Tal vez nos sorprendió la corta duración del show a diferencia de los que nos tiene acostumbrado Megadeth1 una hora de show teniendo en cuenta que Dave Mustaine fue operado hace poco creo yo que es suficiente si nos acordamos de que casi suspenden las fechas en nuestro país.

Para culminar esta gran noche todos sabíamos al escuchar esa hermosa intro orquestal de «Symphony of destruction» en donde quizás fue el punto más alto de la noche con la típica arenga de: «Megadeth,Megadeth,aguante Megadeth» cada vez que el riff principal sonaba. pero aún quedaban dos clásicos no solo de la banda, sino también del thrash mundial. El bajo de Eleffson irrumpía sobre el bombo de Shawn Drover para recordarnos que la paz se vende… ¿Pero quién la compra? Si, era el turno de «Peace Sell» y sin mas preambulo cerraron con Holy Wars y el resto ya es historia conocida.

Cobertura: Pablo Gándara